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Diferentes a Santo Tomás: Ni viendo creemos

Mirando a fondo

Víctor González Avelar

EL CAMBIO CLIMÁTICO es sin duda un asunto de la mayor importancia para el futuro de la humanidad y un tema incomprendido por los gobiernos de todo el mundo y los hombres del planeta tierra. Reuniones van reuniones vienen y nada o muy pocas cosas se logran.

LA NATURALEZA HUMANA es muy especial. En tanto no percibe en carne propia los problemas del desastre ecológico, no pondrá atención en ello. Es una forma de autoengaño al cual recurren los hombres de todas las latitudes del planeta, sin distinción de raza, creencia religiosa, educación o nivel económico con el fin de no enfrentar la realidad.

EL CALENTAMIENTO GLOBAL con todas sus nefastas consecuencias ya es una realidad medible y nos dice que el planeta tierra sufre un acelerado calentamiento que ya incide peligrosamente en la fauna y su cadena alimenticia dentro de la cual se encuentra el hombre, y en la conservación de la flora, tal y como la han conocido miles de generaciones.

LOS POLOS SE están derritiendo lo que afecta al clima de todos. El aumento del nivel de los mares y océanos producirá a muy corto plazo un incremento de su nivel en seis metros. Esto quiere decir, que todas las ciudades costeras o cercanas a los mares quedarán bajo el agua en pocos años. ¿Podríamos imaginarnos a Bejín, Shangai, New York, San Francisco, Veracruz, Acapulco a seis metros bajo el agua?

PARA LA HUMANIDAD estos asuntos no son otra cosa, que una serie de teorías y especulaciones científicas carentes de veracidad con las que tratan de ponernos nerviosos, pero que nunca se llegarán a cumplir.

EN DÍAS PASADOS se celebró la conferencia climática de la ONU en la ciudad de Poznan, Polonia, a la que asistieron los representantes de más de cien países; pero sí sabemos que en una reunión de más de tres personas es imposible tomar alguna conclusión, imagínense ustedes a más de cien personas tratando de adoptar resoluciones que no tendrán ni el más remoto carácter de obligatorias para sus respectivos gobiernos, y que además, necesitarían una serie de complejas medidas para su implementación, incluyendo las legislativas, ¿Qué podría llegarse a esperar de la reunión de la ONU?.

EL PUNTO TORAL de este tema radica en el consumo de combustibles fósiles. En este asunto se encuentra presente muy en primer lugar, la mala costumbre de nuestra sociedad de consumo y el uso indiscriminado de los vehículos de motor de gasolina y diesel. A esto habría que añadir los sistemas para la producción y generación de energía eléctrica mediante la quema del carbón de piedra, el diesel o el combustóleo. Todo ese bióxido de carbono con otras miles de otras substancias químicas que se liberan con motivo de las primitivas formas de producción de energía, se implanta en el oxígeno que respiramos, no es otra cosa que la asquerosa nata de mugre flotante que todos podemos ver (y respirar) cuando llegamos vía aérea a Torreón, a Saltillo o a la Ciudad de México.

A ESTE PROBLEMA del calentamiento global, que incluye sus variantes de contaminación ambiental, todos somos ajenos en el estado. Por lo pronto, la ciudad de Torreón está clasificada a nivel mundial como un centro cancerígeno en razón del plomo que genera la Metalúrgica Peñoles. el que penetra en la tierra y pasa a contaminar los mantos acuíferos del subsuelo del que todos bebemos. Al envenenamiento por plomo habría que agregar el arsénico que tomamos en cada vaso de agua que ingerimos. Si combinamos estos dos letales elementos el asunto se convierte en una verdadera bomba de tiempo que degrada y ha puesto en peligro la misma vida de los habitantes de esta Comarca.

AL PRINCIPIO dijimos que la naturaleza humana es muy especial. Todos creen o piensan que el que se ahoga en plomo es el vecino; que son los otros los propensos a contraer un tumor maligno, no nosotros. Con respecto al arsénico pensamos igual. Que son los otros los que beben el agua arsenical, no nosotros no la bebemos y así hasta el infinito. Nuestros recursos naturales son depredados; al Río Nazas lo hemos convertido en un basurero; nuestros árboles los destruimos de manera inmisericorde y nada es responsabilidad de nosotros, es culpa de los otros. Todo llega a ser responsabilidad única del Gobierno y de nuestro vecino.

DE AHÍ que si no llegamos a cambiar nuestra manera de ser y de actuar, no vamos a cambiar nada de lo que nos daña y perjudica. La verdad es que todo lo malo que existe en nuestro mundo, no es otra cosa que la consecuencia de nuestras desviadas conductas. Es por ello que nos es imposible actuar a todos en consecuencia frente a una amenaza real.

SOMOS como Santo Tomás: Ver para creer, pero a veces ni viendo creemos.

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