Cuando los paramédicos de Protección Civil y de la Cruz Roja interceptaron el vehículo donde llevaban al niño, éste falleció.
Apenas había cumplido diez años, su pasión era el futbol y Dios lo llamó para que formara parte de su equipo en el cielo; ayer por la tarde “Cachito”, como conocían todos a José Luis, estaba practicando deporte cuando por su natural inocencia tocó unos cables de alta tensión y sufrió una fuerte descarga eléctrica que le provocó la muerte.
El reloj marcaba las 15:00 horas cuando José Luis Ríos, de diez años, se encontraba conviviendo con sus amiguitos en los campos deportivos en el interior de la empresa Cerro del Mercado, todo era alegría, los señores estaban jugando un partido de futbol y los niños hacían lo propio a un costado de la cancha.
De pronto se escuchó el gritar de los niños que señalaban que a “Cachito” le había pasado algo, los señores corrieron hacia él y se percataron que accidentalmente había hecho contacto con unos cables de corriente eléctrica.
A UN COSTADO DEL
SANTUARIO PERECIÓ
Lucio y su pareja, que estaban presentes en el lugar, de inmediato lo cargaron en brazos y con el apoyo del personal de seguridad del Cerro del Mercado lo subieron a una camioneta de la misma empresa y pretendían llevarlo a la clínica del Seguro Social para su asistencia médica.
Fue a un costado del Santuario de Guadalupe cuando los paramédicos de Protección Civil y de la Cruz Roja interceptaron a la camioneta del Cerro del Mercado donde llevaban al menor y ahí mismo los rescatistas procedieron a darle los primeros auxilios, sin embargo cuando le checaron sus signos vitales se dieron cuenta que ya había perecido.
El personal de emergencia dio aviso a la Procuraduría para que dieran fe del deceso y hasta después de 45 minutos arribaron los agentes del Ministerio Público y del Servicio Médico Forense para trasladar al menor al anfiteatro de El Sabino, donde la necropsia reveló que la causa de la muerte de “Cachito” había sido por quemaduras internas a consecuencia de una descarga eléctrica.
TRÁGICA HISTORIA
José Luis Ríos, mejor conocido como “Cachito”, dejó de existir a sus diez años de nacido, justo a un costado del Santuario de Guadalupe, a ese lugar, mientras llegaba el personal de la Procuraduría para dar fe del deceso, llegaron la madre del menor y demás familiares y no podían creer lo que estaba sucediendo, pues el niño eran querido por toda le gente que lo conocía, por su nobleza y su simpatía.
Los allegados a “Cachito” comentaron que después del medio día los señores y señoras que suelen asistir a la práctica del futbol a los citados campos fueron a la casa de los tíos del niño para que los acompañara a practicar deporte, inclusive ni conocían a los padres del menor, sólo lo hacían para que saliera a convivir con ellos, sin pensar que fuera a presentarse una tragedia.
Todo era llantos y lamentos cuando el personal de Semefo se llevaba al menor a El Sabino, no podían aceptar lo que percibían sus ojos y de entre los gritos de angustia sólo se escuchó una voz que decía “Dios recibe a ‘Cachito’ en el cielo”.