Chile: De Ángeles a Bunkers
El rock and roll chileno es el primero de Latinoamérica que no solo tiene identidad propia, sino el primero en forjar una escuela que lo hace tan único al separarse del rock británico, aunque a últimos años lo haya abrazado en cierta medida como es el caso de Los Bunkers.
La historia de Chile es de lo mas interesante en América Latina en los últimos 40 años, que ya ni la de Cuba que lleva años de encontrase estática. A relacionar a Chile con la música lo primero que escuchamos en nuestra mente es música folklórica andina, es decir, escuchamos la zampoña, ese instrumento de viento formado por flautitas de madera, un mas grande que la otra, y las cuales estas unidas. Algo así como oír la canción de El Condor Pasa, que no es ni de de Simon and Garfunkel, ni chilena tampoco (es peruana y fue compuesta en 1913).
Lo cierto es que en los años 60, como en la América Sajona, Chile tuvo un interesante movimiento de música Folk de protesta encabezado por Isabel Parra y Víctor Jara, y para finales de esa década surge lo que alguien le dio por llamar la Nueva Canción Chilena, que para varios historiadores nace realmente con Víctor Jara.
Este nuevo movimiento se caracteriza por música creada por jóvenes amantes del jazz y rock psicodélico, pero que entre que como que si y que entre que como que no se atreven a explayarse en estas vertientes musicales crean música muy melosa basada principalmente en el organo, pero sin dejar de ser creativa, y para darse espacio en la radio sus letras se basan en lo que en México en términos musicales llamaríamos romanticismo.
Si a esto le agregamos un vocalista que en su timbre explaya dramatismo a más no poder, pues ya creamos una formula llamativa y rentable. Así nace Los Ángeles Negros con el estilo vocal de Germaín de la Fuente y Los Jaivas, la más grande institución musical del rock chileno, medio progresivos pero tan melosos en la voz como Los Ángeles Negros, cortesía de su vocalista, el ya fallecido Eduardo Alquinta.
Esta forma de crear música muto de cierta forma bizarra 10 años después en México con grupos como los Yonics y Los Bukis, pero esa…esa es otra historia. En los 90 el Rock and Roll a nivel mundial tiene sus mejores años después de los finales de los 60, y en un Chile que volvía a nacer moralmente tras la caída de la dictadura militar de Pinochet ve el surgir de dos bandas únicas en Latinoamérica: Los Tres y Lucybell, con un cierto aire británico, pero no tanto como el argentino, ni tampoco tan urbano como el mexicano.
La Espada y La Pared (1995) y Viajar (1996), el primero LP de Los Tres, y el segundo LP de Lucybell, son las grandes joyas de rock chileno de los 90, y probablemente los mejores discos latinoamericanos de la década pasada sin considerar a Café Tacvba y a Soda Stereo. Los Bunkers representan la nueva cara del rock chileno, con un sonido muy nacional como el de Los Jaivas, pero con escencia Beatle mezclada con el rock indie británico actual.
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