Viva Coldplay or Death and All their last three records
Podemos escuchar un disco que consideremos tal vez revolucionario de una banda joven o nueva, pero en el fondo sabemos que a un futuro no podrán dar más, sus discos serán todos iguales y paulatinamente ya no serán interesantes ni revolucionarios.
Al escuchar el cuarto álbum de estudio del cuarteto londinense, Viva la Vida or Death and All His Friends, uno se da cuenta que Coldplay no es así, al contrario, se encuentra en evolución sorprendiendo a más de uno que consideraban que Coldplay ya no tenía para dónde crecer y que serían unas de esas tantas bandas que se reciclan constantemente.
Viva la Vida es un álbum intenso, tanto musical como en letra, donde Chris Martin nos muestra que es un ser humano complejo, tan complejo que se aleja de esa imagen de ñoño de letras tiernas y baladas greatest hits que llenan arenas y estadios para escribir sobre cómo es que ve a Dios en su jardín pero no entiende qué es lo que le dice (Cementeries of London), que sólo porque esté perdiendo no significa que está perdido (Lost), fantasmas y muertos que viven en su mente (42), que San Pedro no lo va a llamar al final de los días (Viva la Vida) o cómo no va a seguir a la muerte y todos sus amigos (Death and all his friends).
La dirección musical del álbum gira hacia puertos antes desconocidos, llevados por Brian Eno como productor, en donde a pesar que el ADN de la banda está presente en todo momento musicalmente presenta una evolución, que inevitablemente recuerda a The Beatles al empezar a crear álbumes y no discos de grandes éxitos.
El falsete tan característico de Chris Martin ya casi no se encuentra, inclusive su voz ya no es tan unidimensional, destacando cuando la arrastra en la canción Yes, genial melodía cuya letra nos habla de la soledad y en donde la slide guitar y muchas cuerdas ofrecen un dejo de alt country; por cierto la segunda parte de esta melodía se titula Chinese Sleep Chant y cuenta con una deliciosa pared de sonido cortesía el maestro Bran Eno. Otro ejemplo sería en la canción 42 donde Martin toca y canta muy al estilo Lennon de la melodía Oh my Love. Viva la Vida or Death and All His Friends es un disco muy maduro, ajeno a los éxitos de de sus primeros tres albums cuyos sencillos eran ese tipo de canciones creadas para sentirse bien y de las que saben tocar muchas fibras, para navegar ahora hacia melodía mas adultas, en lo que parece será el puente para forjar una leyenda que se consolidara en los siguientes años, en donde lo mejor esta por venir y en donde todavía falta crear sus mejores dos o tres discos. Por lo pronto Viva la Vida no tendrá baladas ni sencillos agradables para las grandes masas, pero si canciones que serán de culto, y que se recordaran en futuro como el inicio de su segunda etapa musical y de la solidez de su leyenda. Por lo pronto sus dos sencillos ya han causado ruido, Viva la Vida por su letra que parece mas un pasaje del antiguo Testamento en donde cada teólogo da su versión de lo que significa, es decir, nadie ha podido descifrar que demonios quiere decir Chris Martin en esa letra donde hace referencia en primera persona a un ser que tenia poder y que ya lo perdió, y en donde igualmente se menciona a las campanas de Jerusalén y al calvario romano. El otro sencillo es Violent Hill, con su video irónico sobre quienes son nuestros líderes políticos mundiales y en cuya letra la crítica a la Iglesia se contrapone con el deseo del amor.
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