Sarah Brightman / Symphony
El ocho del ocho del ocho fuimos testigos de cómo el mundo le rendía tributo a Sarah Brightman, después de que todo era el regreso de la máxima figura del Bel Canto al evento deportivo global por excelencia. Y como lo hiciera en 1992, en aquel entonces junto a José Carreras, vuelve a interpretar el himno oficial de las Olimpiadas, en esta ocasión al lado del cantante de pop chino Liu Huan, nada mal para una mujer inglesa que es mas bien vista como una ciudadana universal.
Hablar de la carrera profesional de Sarah Brightman es intenso, y los amantes del teatro musical lo sabrán mejor que nadie, así que me enfocaré a su octavo álbum de estudio, Symphony, que dio a luz a inicios de este año, marcando el más prolongado tiempo de espera que jamás haya existido entre dos álbumes de Sarah Brightman.
Para empezar se encuentra el arte de la portada del álbum, marcando un concepto visual gótico, recordándonos que por alguna razón las sopranos diabólicas, esas que no están casadas con la Ópera y le son infiel al Bel Canto, suelen jugar con el Rock Gótico, mientras que otras le dedican cuerpo y alma.
Sobre este punto Symphony abre con intro llamado, precisamente, Góthica, que da pausa al sencillo Fleur Du Mal, estupenda canción basado en el poemario del mismo nombre del poeta francés del Siglo XIX Charles Baudelaire (uno de los poetas malditos), siendo esta parte del álbum la única que podemos considerar auténticamente gótica.
Symphony, canción que le da titulo al álbum, es un cover del grupo de rock alternativo alemán Silbermond, en donde se desea que la persona amada no nos diga que es mejor para ambos abandonar la relación. Esta canción marca la instrumentación propia del Bel Canto, con un toque de guitarra, bajo y batería, y Sarah siendo Sarah, con su timbre que la distingue del resto de las intérpretes del mundo. Canto Della Terra, la conocida oda ecológica de Andrea Bocelli, se hace presente en el álbum, acompañando a dueto a Sarah Brightman el mismo tenor italiano, simplemente de lujo.
Escuchamos Sanvean, pieza original de Dead Can Dance en donde los fans de Lisa Gerrard le agradecen este tributo a Sarah en donde, como buena pieza de Dead Can Dance, la voz toma el papel de instrumento solista. I Will Be With You (Where The Lost Ones Go) es una pequeña gran, pero gran joya. Es un dueto de una canción de amor con Paul Stanley, sí, el vocalista de Kiss, y saben que, Paul Stanley mil respetos, aquí se complementa magníficamente con Sarah Brightman, en un juego vocal perfectamente mezclado por el productor Frank Peterson (esta es otra historia), en donde el resultado es mucho mas grande que la suma de las partes, muy ajeno a una industria tendiente a grabar duetos incómodos entres sopranos y tenores con voces rockeras donde por lo general sale perdiendo este último.
Sarai Qui es otra de las melodías que de inmediato destacan, basada en la canción There You’ll Be de la cantante pop country (parece que oficialmente si existe este termino) Faith Hill, en donde Sarah es acompañada ahora por el tenor italiano y también representante del Bel Canto, Alessandro Safina. Storia d’Amore es una melodía escrita por la misma Sarah siguiendo las reglas del canto religioso italiano. Y bueno, en Symphony encontrarán la melodía Pasión, interpretada en nuestro idioma junto al contratenor argentino Fernando Lima, y que en nuestro país es conocida por ser el tema principal de una telenovela, pero bueno, esas son las puntadas de la vida. Por lo pronto Sarah Brightman presentara Symphony a comienzos de Noviembre en Monterrey, Guadalajara y La Ciudad de México. Sería bueno darse una escapada, porque independientemente del canto y la música, Sarah Brightman siempre destaca por el show y concepto visual de cada gira.
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