El ciclo de cine, Psicocinema, ha tenido muy buenos resultados en el Teatro Alberto M. Alvarado.
Para los amantes de los géneros cinematográficos densos, el Instituto Municipal de Cultura programó en el ciclo de cine gratuito de los viernes, Psicocinema, que inicia hoy en el Teatro Alberto M. Alvarado, una película de primer impacto: Prime.
Bajo la dirección de Shane Carruth Vesille y dirigida por el polémico Fumihiko Sori en 1984, Prime se estrenó en el año 2005 en España y catapultó a su director, convirtiéndolo en uno de los jóvenes talentos del cine independiente estadounidense. El joven cineasta (Shane Carruth) además se encargo de poner la música, escribir el guión, producir, montar la fotografía e interpretar uno de los papeles protagónicos de su ópera prima.
La trama de este largometraje se sitúa en la periferia de una ciudad cualquiera en la actualidad, un lugar lleno de polígonos industriales e hileras de casas idénticas entre sí. Allí, Abe y Aarón, dos ingenieros, trabajan durante el día junto con otros compañeros para una gran empresa. En su tiempo libre hacen experimentos en un garaje, siempre mostrando unos diálogos que trazan problemas existenciales.
Mientras ponen a punto su último proyecto, un aparato que reduce la masa aparente de cualquier objeto bloqueando la fuerza de la gravedad, descubren por casualidad que el aparato en cuestión tiene unas aplicaciones totalmente inesperadas, algo que al parecer les permitiría hacer y tener cualquier cosa que desearan.
Su primer reto será decidir si deben o no aprovechar esta oportunidad única. El segundo, hacer frente a las consecuencias.
La historia del director es tan original como la propia película. Carruth, es licenciado en matemáticas y trabajó durante poco tiempo en tres empresas de ingeniería, estaba insatisfecho con su elección profesional y decidió hacerse escritor.
Empezó con relatos cortos, y estaba en mitad de una novela cuando se dio cuenta de que le interesaba más trabajar con imágenes que con palabras. En ese momento, decidió abrirse camino en el mundo del cine, a pesar de que no tenía formación en ese campo. Por suerte, su amplia formación en matemáticas y ciencia habían hecho de Carruth un experto en la resolución de problemas, y supo aplicar dichas aptitudes al estudio del cine.