El éxito de la Ronda de Doha significaría para México ganar acceso a mercados de países con los que no tiene tratados de libre comercio, en especial aquellos de economías emergentes como China, India, Brasil y Corea, dijo ayer el secretario de Economía mexicano, Eduardo Sojo, en entrevista. Sojo se encuentra en Ginebra con ocasión de la reunión ministerial de la Organización Mundial de Comercio (OMC), en la que participa una treintena de ministros de países claves de las negociaciones de Doha y que representan regiones e intereses diversos. Esta es considerada la reunión de “la última oportunidad” para salvar el trabajo de siete años invertidos por la comunidad internacional en estas tratativas, lanzadas en 2001 para profundizar la liberalización del comercio mundial. En un hipotético escenario de fracaso, Sojo afirmó que México sería uno de los países “que tendría menos qué perder gracias a sus acuerdos de libre comercio (con socios tan importantes como Estados Unidos, la Unión Europea y Japón), gracias a los que tienen acceso preferencial al 75 por ciento del PIB mundial y a más de 1, 000 millones de consumidores. Así, en caso de que esta reunión concluya sin un entendimiento, México “seguiría con su proceso de apertura de manera bilateral y regional”. Por otra parte, la autoridad mexicana reaccionó al anuncio de Estados Unidos de que está dispuesto a rebajar a un límite de 15, 000 millones de dólares anuales sus subsidios agrícolas, una oferta que consideró “insuficiente para motivar el cambio que se necesita en el mundo”. “La disminución de los subsidios de EU, la Unión Europea y Japón permitirían estimular la producción de alimentos en el mundo. Tales ayudas desmotivan e impiden que se produzcan más alimentos en otros países”, explicó. Consideró que si ahora que EU entrega en la práctica subsidios del orden de los siete mil millones de dólares anuales, debido a los altos precios de los alimentos en los mercados internacionales, es difícil pensar que su última oferta estimulará la producción agrícola. Sojo también reconoció que “el hecho de que México sea un país tan abierto nos permite llegar a esta Ronda mucho más ligeros, sin las cargas pesadas que traen otros ministros que representan a economías más cerradas, por lo que les cuesta más trabajo hacer concesiones”. “Conocemos los sacrificios y las ventajas” de la liberalización de la economía y el comercio, y “vemos cómo varios países (en desarrollo) están viviendo procesos que México vivió a principios de los noventa”, recalcó. Sin embargo, Sojo dijo sentirse “decepcionado” porque durante los dos primeros días de reuniones en la OMC los ministros han aludido al acceso a los mercados como única motivación para liberalizar su comercio. “En las reflexiones no ha estado presente la necesidad de tener insumos más baratos y competitivos, ni la importancia de la apertura para la competencia y la innovación, y para los consumidores”, lamentó. El secretario de Economía también defendió la posición ofensiva de su país en la negociación sobre la apertura de mercados industriales por cuanto en esa área los aranceles de México son, en general, bajos con respecto a otros países. Recalcó, además, que la industria mexicana, de la que buena parte está orientada a la exportación, se beneficiaría de un acuerdo por cuándo podría acceder a insumos más baratos y a más mercados.