El arzobispo de Durango, Héctor González Martínez, asegura que no se cambiará el reloj de la Catedral.
El Arzobispo asegura que no faltará un lugar para instalar el nuevo instrumento de medición
El Siglo de Durango
“Me regalaron un reloj colonial pero no me lo entregaron”, afirmó el arzobispo de Durango, Héctor González Martínez, al ser cuestionado sobre la donación que el Municipio hizo a través de la Dirección Municipal de Turismo para que la Catedral Basílica Menor contara con un nuevo instrumento de medición.
En tono de broma, el representante de la Iglesia Católica aseguró que nadie supo “dónde quedó la bolita” ya que él pidió que se le llevaran el reloj al Arzobispado y nunca lo recibió; sin embargo, mencionó que no es necesario que se cambie el que actualmente luce en una de las torres del templo.
OBSERVACIÓN
Sobre la polémica que casó la instalación de un nuevo reloj de tipo colonial en la Catedral de la Inmaculada Concepción explicó que en con anterioridad había mencionado que lo más adecuado era considerar a todas las partes y no tomarlo a él de sorpresa.
En segundo término comentó que se tenía que observar cómo funcionaba el reloj que está instalado desde hace tiempo y el cual todavía opera de manera adecuada, da bien la hora, no se atrasa, tiene vigencia y, por lo tanto, sigue en su lugar.
COSTOS
Indicó que hace tres meses dijo que se tendría que ver su operación y ahora están viendo la forma de llevarlo a reparar para que funcione al 100 por ciento y así están las cosas; “el costo para que esté sincronizado es de alrededor de 20 mil pesos”, aseguró.
Mientras que el reloj que se adquirió por parte del Ayuntamiento tuvo un costo de de 190 mil pesos y de acuerdo con el Arzobispo no faltará dónde lo pongan, que pudiera ser incluso en la Presidencia Municipal, en la Transformadora Durango o bien en el Santuario de Guadalupe.
