EL HALLAZGO. Sin vida, casi debajo del puente negro del vado del Nazas, fueron encontrados los cadáveres de Gerardo Nieto y Ricardo Rodríguez, la mañana de ayer.
Algunos vecinos de las colonias del poniente de Torreón tienen que cruzar temprano el vado del río Nazas para llegar a sus trabajos. Probablemente fueron ellos mismos quienes hicieron la llamada anónima al 066 después de que al caminar, se toparon con dos cadáveres colocados discretamente en un pozo, cerca del puente negro. Eran las 7:00 de la mañana de ayer.
Bolsas negras
Los cuerpos tenían los ojos sellados con telas adhesivas y cada uno tenía la cabeza cubierta con bolsas negras de plástico. Ambos tenían heridas de bala en el cráneo y el suelo a su alrededor estaba manchado de sangre, al igual que sus sencillas prendas de vestir. Los dos hombres fallecidos eran muy jóvenes, apenas tenían 19 y 22 años.
Última vez
El viernes por la noche fue la última ocasión que sus familiares y amigos los vieron con vida.
Gerardo Nieto Verduzco, taxista de 22 años, vivía en la calle Gómez Farías de la colonia Constancia, y Ricardo Rodríguez Luévanos, ayudante de mecánico, de 19 años, en la calle Escuadrón 201 de la colonia La Libertad. Según algunos testigos, ambos andaban en la colonia Victoria en el taxi con el que trabajaba Gerardo. Alrededor de las 2:00 de la mañana de ayer, un grupo de hombres se los llevó. Nadie supo en dónde estaban, hasta que los vecinos que circulan por el vado del Nazas los encontraron muertos la fría mañana del sábado.
Acuden policías
Después de recibir la llamada al 066, una patrulla de la Secretaría de Seguridad Pública de Torreón se dirigió al lugar donde se encontraban los cuerpos de Gerardo Nieto y Ricardo Rodríguez.
En medio de un gran número de curiosos, los elementos policíacos aseguraron el lugar hasta que llegaron los agentes del Ministerio Público para dar fe de los decesos.
Al Semefo
Las frías planchas del Semefo recibieron los cadáveres de los muchachos, lugar donde permanecieron durante cerca de 7 horas. Hasta ahí tuvieron que ir los familiares de Gerardo y Ricardo para reconocer los restos mortales de sus seres queridos, con el fin de darles sepultura. Hasta ayer, se desconocían los motivos por los cuales sucedió la muerte de los dos jóvenes laguneros.