Las parejas venían de diferentes municipios de la entidad, entre ellos indígenas que portaban su traje tradicional. La señora Amada y don Lucio pasarán su luna de miel en la ciudad en compañía de sus hijos.
El gobernador Ismael Hernández Deras y su esposa fueron los testigos de honor.
Después de 42 años viviendo juntos, diez hijos y 22 nietos, Amada Deras y Lucio Escobedo decidieron casarse en el Día de San Valentín y jurarse amor incondicional para el resto de sus vidas. Así como ellos dos mil 500 parejas se casaron el 14 de febrero en la boda masiva que organizó el DIF Estatal junto con el Gobierno del Estado.
LA PREPARACIÓN
Desde antes de las 10:00 horas empezaron a llegar los familiares de las parejas que se iban a casar, nerviosos, algunos con ropa nueva, con sus hijos en brazos, esperarían primero la plática prematrimonial para animarlos.
Poco a poco el patio se fue llenando de parejas indígenas con su traje típico, otras de jóvenes que se comieron “la torta antes del recreo”, además de jóvenes con una idea romántica de casarse el Día de los Enamorados.
Amada Deras y Lucio Escobedo llegaron temprano, la señora con un vestido azul pastel y don Lucio con un traje gris y una corbata que poco usa en sus deberes del campo.
Una consejera matrimonial con dinámicas dio una plática sobre valores, sobre situaciones que pasan las parejas, así como consejos para que lleven una vida feliz llena de amor.
Las autoridades organizadoras del evento instalaron siete mil sillas donde se sentaron las parejas y sus invitados, algunos de ellos traían a su hijo en brazos o corriendo por las sillas. Amada y Lucio sentaron a la mayor de sus hijas a un lado.
LA CELEBRACIÓN
Cerca de las 11:30 horas, después de que se terminó la plática, llegó el gobernador del Estado, Ismael Hernández Deras junto con su esposa y presidenta del DIF Estatal, Gabriela López de Hernández, quienes fungirían como testigos de honor de las más de dos mil parejas.
El Gobernador le entregó una rosa roja a su esposa que después ella la llevó en sus manos durante la ceremonia protocolaria. Ella lo llamó ‘mi querido esposo’ para presentarlo y para agradecerle el esfuerzo que se hace al unir a más familias.
Después de las palabras siguió el Gobernador del Estado, donde al presentarla la llamó ‘mi querida esposa’ y recomendó a las parejas a que mantuvieran paciencia, respeto, tolerancia, que ambos aceptaran sus defectos y sobre todo resaltaran sus virtudes.
La mayoría de las parejas estaban unidas de las manos y con un suspiro se inició la ceremonia de tres parejas representativas: Una de jóvenes, una de indígenas de El Mezquital y Amada y Lucio.
La pareja de jóvenes la conformaban Emma Beatriz González Cháidez y José Ricardo Gamboa; provenientes de la comunidad de Los Fortines, municipio de El Mezquital, Teresa de la Cruz Carrillo y Luis de la Cruz Arellano.
Luego de unirse en matrimonio, Emma Beatriz y José Ricardo hablaron por las más de dos mil parejas, primero agradeciendo por la oportunidad y luego contando su historia de amor que ese día se legalizó.
El director del Registro Civil, Héctor Rico Díaz, dijo las palabras para unirlos en legal matrimonio, las tres parejas firmaron y posteriormente pasaron a cortar el pastel y la foto del recuerdo con las autoridades.
HISTORIA DE AMOR
En entrevista para El Siglo de Durango, Lucio y Amada comentaron algo sobre sus vidas y el porqué no se habían casado por lo Civil.
Ellos se conocieron cuando ella tenía 17 años y él 20, después de un tiempo de noviazgo decidieron unirse en matrimonio por la Iglesia, de eso ya han pasado 42 años y después no se preocuparon por formalizar su unión ante las leyes del hombre.
Lucio es agricultor en una población de San Dimas y comenta que desde siempre cuidó de su mujer, así como de sus hijos, dándoles buenos ejemplos y con ello fortalecieron su amor hasta la fecha.
Su hija Ana Estefanía Escobedo Deras, quien vive en la ciudad de Durango, comentó que sus hermanos y ella nunca habían visto pelear a sus padres, por lo que siempre vio en su madre paciencia y en su padre un respeto por su esposa.
La señora Amada Deras tiene 59 años de edad y recomendó a las nuevas esposas tener paciencia con sus maridos porque habrá ocasiones en donde tengan problemas y es mejor platicar antes de pelear.
Por su parte don Lucio comentó que es mejor esperar a que a la mujer se les “pase lo enojado” porque ante todo ellas son buenas y siempre perdonan, por lo que debe haber respeto y comunicación entre los dos.
Así como esta historia de amor había otras dos mil 500 en el patio del Instituto de Cultura del Estado (ICED), en donde las parejas se encontraban felices y nerviosas de la responsabilidad que ahora tienen.