Una ardua actividad es la que han tenido los brigadistas de la Comisión Nacional Forestal este año.
La principal reserva forestal se ha visto severamente afectada por la temporada de incendios, Durango es el estado con mayor superficie siniestrada acumulando a la fecha un total de 27 mil 691 hectáreas, víctimas de 138 incendios generados en 14 municipios y a decir del gerente de la Región III de la Comisión Nacional Forestal (Conafor), Jaime Bocanegra, “son datos que no son motivo de orgullo pero que tampoco se deben esconder”.
Dentro de las malas noticias, el dirigente de la Conafor destaca que la mayor parte de la superficie arrasada ha consistido en terreno que se puede recuperar rápidamente conforme empiecen a llegar las lluvias. Según el reporte emitido por esta dependencia se han generado 102 incendios en la zona forestal que han quemado 21 mil 260 hectáreas; en tanto que 36 siniestros han sido en superficie de agostadero impactando directamente en seis mil 431 hectáreas.
Los datos de este año son opuestos con los que se presentaron en el 2007, en algunos casos más radicalmente que en otros, basta con mencionar que el año pasado la superficie forestal impactada fue tan sólo de tres mil 505 hectáreas, producto de 85 incendios; en tanto que de la región de agostadero se presentaron 18 siniestros que repercutieron en siete mil 113 hectáreas. La cifra total del año pasado fue de diez mil 618 hectáreas quemadas en todos los incendios generados, menos de la mitad que en lo que va del 2008.
La principal contribución de incendios forestales por municipios la realiza Durango con 14 mil 134 hectáreas quemadas, Nuevo Ideal con cuatro mil hectáreas impactadas, Tepehuanes aporta dos mil 648 hectáreas dañadas y le sigue Santiago Papasquiaro con dos mil 465 como los más de esta temporada.
Cifras
21,260 Hectáreas de superficie forestal han sido devastadas por 102 siniestros que se han presentado en este tipo de terreno en esta temporada.
6,431 Hectáreas de terreno de pastizal y agostadero han sido afectadas a causa de 36 deflagraciones, las cuales se recuperarán con las lluvias.