El Saltito, un diamante en bruto
Nombre de Dios, Dgo.- Cuando los ríos Tunal y La Sauceda se unen, luego de recorrer cierta distancia ya hechos uno, desembocan en una de las bellezas naturales de Durango más impresionantes y cercanas que cualquier ciudadano se pueda imaginar: las cascadas de agua de El Saltito.
Viajando con rumbo a la carretera a México, es sólo cuestión de seguir las señales para llegar al lugar que, la verdad, no tiene pierde.
Tomando hacia el lado izquierdo en un entronque, hay que sortear algunos baches del descuidado camino que lleva hacia el lugar.
Estando ahí y bajando los vidrios del auto, el sonido te da la bienvenida. Suena igual a los días recientes de lluvia intensa que ha caído sobre la ciudad. Luego de detener el auto en un estacionamiento improvisado en el que el orden es nulo, se ve al fondo un poco de la bella estampa que vas a presenciar.
Encantador.- Tras una valla de piedra y cemento que se eleva hasta la altura del pecho de un hombre de estatura mediana, una cortina inagotable de agua se deja ir en picada hasta otro caudal, inundado por las fuertes lluvias recientes pero que enamora sobremanera a los espectadores. Todos los que asisten no pueden resistir tomar la foto del recuerdo, ya que, según algunas personas que visitan constantemente el lugar, la cascada no luce tanto desde hace ya varios años.
Luego de un sondeo entre la mayoría de los que se encontraban ahí el domingo a mediodía, una declaración fue apoyada por la mayoría: “Si a este sitio se le metiera tantita mercadotecnia, podríamos ver no sólo la maravilla natural que es, sino también un espacio con sitios definidos en cuanto a puestos de comida y estacionamiento. Estaríamos hablando de un parque natural que generaría fuentes de empleo”, según dijo Ricardo Martínez, quien estaba de visita con su familia.
Abusan.- A pesar de que no haya movimiento oficialista en el sitio, algunos puestos van y hacen su agosto, como el puesto de tacos de carne asada estilo sinaloense de la familia Ornelas, el puesto de elotes de la señora Güereca o bien, la tiendita de un camioncito blanco que está entre ambos.
Ellos mismos han dicho cuán agradecidos están con las lluvias, ya que les permitió activarse económicamente en un sitio que cada fin de semana desde hace dos meses cuenta con la asistencia de incontables familias que van de visita o a realizar un largo día de campo.
Emmanuel Félix Lesprón
El Siglo de Durango
Sondeo
Luisa Díaz
Diseñadora Gráfica
“Es un lugar impresionante que merece difusión. Es una de esas cosas que vale la pena ver y que la gente no cree que exista tan cerca de la ciudad”.
Rodrigo Cueto
Catedrático universitario
“Es una maravilla natural que te puedes encontrar simplemente saliendo de la ciudad y viajando como 15 minutos”.
Steve Tschager
Médico alternativo
“Es un lugar impresionante. Soy extranjero, tengo cuatro años viviendo en Durango y ni siquiera sabía de su existencia”.