Los temas económicos y sociales comenzaron a ubicarse la última semana como factores vitales en la percepción de los electores sobre la actuación de los candidatos, Barack Obama y John McCain, durante los debates presidenciales. (Archivo)
Incian el próximo viernes los debates entre los candidatos a la Presidencia de EU.
Ni Obama rock star, ni McCain héroe de guerra. El próximo viernes 26 de septiembre iniciarán los debates entre los candidatos presidenciales y el centro de atención recaerá en un viejo protagonista que había sido desplazado de la campaña electoral: el crítico estado de la economía de los Estados Unidos -agravado por la reciente crisis financiera de Wall Street- y otros terremotos en escala como el precio de las gasolinas, el desempleo y la crisis hipotecaria que dejó a miles de familias sin casa.
Los temas que están presentes en las mesas de los estadounidenses -las preocupaciones que asaltan a las familias todos los días- finalmente traspasaron el muro formado por los ruidos alternos de la campaña: las comparaciones del candidato demócrata Barack Obama con Britney Spears, la súbita popularidad de Sarah Palin, la compañera de fórmula del republicano John McCain, y las recurrentes pifias orales de Joe Biden, candidato a vicepresidente por el Partido Demócrata.
Los temas económicos y sociales comenzaron a ubicarse la última semana como factores vitales en la percepción de los electores sobre la actuación de los candidatos durante los debates presidenciales.
No se trata de algo intrascendente: en las nueve series de debates que han ocurrido desde los años sesenta, todas han producido algún “momento” a favor de alguno de los candidatos, con repercusiones en el resultado de las elecciones.
Cuando faltan seis semanas para las elecciones del 4 de noviembre, los estadounidenses se preguntan quién de los dos candidatos sacará la mejor tajada de los debates: ¿Obama y sus habilidades de orador? ¿O será McCain y su espíritu de guerrero incansable?
Julian E. Zelizer, profesor de historia en la Universidad de Princeton, advierte que pese a que son imperfectos porque suelen concentrarse en preguntas irrelevantes y en los conductores más que en los candidatos, los debates pueden tener un efecto en el resultado de una elección cerrada como la que se prevé que protagonicen Obama y McCain.
ROMPER EL EMPATE
“Los debates pueden jugar un rol decisivo este año, permitiendo a uno de los candidatos romper el empate técnico en las encuestas”, dijo Zelizer.
Para otros observadores, los debates representarán un mundo al revés al que los candidatos intentaron acercarse o evitar durante meses.
Barack Obama, que durante un buen tiempo prefirió acaparar los reflectores y aprovechar los dividendos que le significaban su popularidad y su carisma, rechazó una propuesta de McCain presentada en junio pasado para hablar sobre los temas del país, en debates a realizarse en varias ciudades y condados.
Ahora es Obama quien -particularmente tras la crisis financiera- quiere debatir sobre los temas que preocupan al país; para McCain, que deseó discutirlos antes, los asuntos económicos representan un terreno peligroso: los electores pueden asociar sus propuestas con las políticas económicas fallidas del régimen del presidente George W. Bush.
El primero de tres debates presidenciales tendrá lugar el próximo viernes 26 de septiembre en la Universidad de Mississippi. Durará 90 minutos y será conducido por Jim Lehrer, editor ejecutivo de PBS.
Establecen cifra récord de gastos de campaña
Los candidatos presidenciales Barack Obama, demócrata, y John McCain, republicano, gastaron en conjunto 94 millones de dólares en agosto, cifra récord destinada principalmente a aproximadamente una docena de estados que probablemente decidirán su histórica contienda.
Sus reportes de gasto de campaña, presentados antes de la hora límite de la medianoche del sábado, mostraron que más de la mitad de su gasto promedio de tres millones de dólares diarios fue dedicado a anuncios que se volvieron cada vez más negativos durante el mes.
Ambos políticos tuvieron en agosto s mejor mes de recaudación de fondos de campaña. Obama recaudó 65 millones de dólares y McCain 47.5 millones, muestran sus reportes. Obama terminó el mes con más de 77 millones de dólares en el banco; McCain lo terminó con 27 millones.
A diferencia de Obama, McCain recibirá 84 millones de dólares de dinero público para los dos últimos meses de la campaña. Ello significa que no puede conservar su excedente de efectivo y tiene que entregarlo a comités estatales y nacional de su partido que puedan asistirlo en el otoño. Los fondos recaudados por McCain incluyen más de nueve millones de dólares recibidos en los tres días siguientes al anuncio de su elección de la gobernadora de Alaska, Sarah Palin, como su compañera de fórmula candidata a la vicepresidencia el 29 de agosto.
McCain gastó cerca de 23 millones de dólares en anuncios, su cifra más alta, en su intento por posicionarse contra Obama en estados muy disputados. Obama lo superó ampliamente en su gasto cerca de 33 millones de dólares igualando prácticamente el gasto en anuncios de McCain en varios estados clave, y trató de extender su campo a estados típicamente republicanos en materia electoral como Alaska y Georgia.
Obama se ha retirado desde entonces en esos dos estados, pero ha seguido manteniendo presencia en anuncios en estados pro republicanos como Montana y Dakota del Norte. Él y McCain también están compitiendo en los territorios anteriormente republicanos de Virginia y Carolina del Norte. McCain aumentó el gasto de su personal, incrementando la nómina salarial de casi 1.2 millones de dólares. También gastó más de tres millones en viajes, al menos el doble de lo que gastó en julio.
Obama, sin embargo, también lo superó en esos rubros. El senador federal por Illinois gastó aproximadamente 2.8 millones de dólares en nómina salarial, lo que representó un incremento respecto a julio. Además gastó cerca de 4.9 millones en viajes.
En total, Obama gastó 53.5 millones de dólares en agosto y McCain 41 millones.
Opinión dividida
El rescate financiero en EU mantiene dividido al electorado.
*En medio de la peor crisis de Wall Street desde la Gran Depresión de los años 30, el 46 por ciento de los votantes apoya el rescate financiero del Gobierno de EU, pero un porcentaje similar se opone al plan, según una encuesta divulgada por Zogby International.
*Un ocho por ciento de los encuestados dijo no estar seguro sobre el plan de rescate financiero, según el sondeo interactivo efectuado entre el viernes y el sábado.
*La mayoría de los estadounidenses, un 70 por ciento, opina que la crisis supone una amenaza a largo plazo.
*Solo un 24 por ciento consideró que la crisis de Wall Street, causada en gran medida por el fracaso del sector hipotecario, es un problema pasajero.
*El candidato presidencial demócrata Barack Obama señala que el plan debe proteger a los contribuyentes e incluir un compromiso para una reforma del sistema regulatorio del mercado financiero.
*El candidato republicano John McCain, que el lunes repitió que los fundamentos de la economía nacional son fuertes y en el pasado se opuso a la regulación financiera y corporativa, ahora favorece más controles para evitar una repetición del descalabro de los mercados financieros.
*Según una encuesta de Gallup, Obama cuenta con una aceptación popular del 50 por ciento, contra el 44 por ciento de apoyo de McCain desde que inició la crisis.
FUENTE: EFE