Cultura Cultura columnas editorial

Ecos de un Concierto

S. Beckmesser

En su cuarto concierto de la temporada la Camerata de Coahuila tocó cuatro obras de compositores que estuvieron activos durante el siglo XVIII, Antonio Vivaldi (1678-1741), Johann Sebastian Bach (1685-1750) y Joseph Haydn (1732-1809).

Vivaldi escribió más de ochocientas obras, entre las que se encuentran cuarenta y seis óperas, cinco centenares de conciertos y alrededor de setenta obras corales por lo que fue el más prolífico de estos tres, y aunque fue admirado en su tiempo –Bach transcribió algunos de sus conciertos- al poco tiempo de morir, su música cayó en el olvido y no fue sino hasta la década de 1920 en que un grupo de músicos e intelectuales italianos —entre los que se encontraba el compositor Alfredo Casella— despertaron de nuevo el interés por su música.

La velada abrió con el Concierto fúnebre, RV 579 de Vivaldi, el cual fue escrito a mediados de la década de 1720, recibe título de “fúnebre” porque probablemente fue destinado para ser interpretado durante el funeral de uno de los miembros del patronado del hospicio de la Pieta, en el cual trabajaba el gran compositor como maestro. Su partitura puede ser clasificada como perteneciente a la categoría “para múltiples instrumentos” ya que requiere de amplias intervenciones solistas del oboe, chalumeau (clarinete en el caso del concierto del viernes), violín, violas y violonchelo. Su carácter lúgubre es inmediatamente evidente en su primer movimiento, en el cual Vivaldi adaptó un fragmento de su ópera Tito Manlio que describe una procesión para una ejecución, mientras que su último movimiento reutiliza material del Concierto sin instrumentos solistas RV123.

La Camerata de Coahuila bajo la dirección del maestro Horacio Franco ejecutó espléndidamente esta obra y tuvimos la oportunidad de confirmar la gran musicalidad y talento que poseen Josef Gamilagdishvili en el oboe, Fernando Guijarro en el clarinete, Tatul Yeghiazaryan en el violín, Iulia Mokhnatkina y Babken Vardyan en las violas y Elena Myzdrykova en el violonchelo.

Como segunda obra se interpretó el Concierto Brandenburgo No. 3 en Sol Mayor BWV 1048 de Johann Sebastian Bach, el cual también data de la década de 1720 en el que se hace evidente el gusto que dicho compositor tenía por interrelacionar distintas voces logrando así borrar la separación entre el “solo” y al “ripieno”.

Al terminar la vertiginosa interpretación que tocó la orquesta del Tercer Concierto Brandenburgo, Horacio Franco agrego a su papel de director invitado el de solista en el Concierto en sol menor para dos violines, dos flautas de pico, fagot, cuerdas y bajo continuo “Per la orchestra di Dresda” RV. 577, F. XII, No. 3. Franco tocó con su habitual maestría y confirmó el enorme talento que posee ante el público lagunero, su extraordinaria ejecución en la flauta de pico fue correspondida con gran virtuosismo por Tatul Yeghizaryan en el violín, Juan Manuel Rosales y Catherine Clavey en las flautas, Josef Gamilagdishvili y Enrique Trujillo en los oboes y Ventsislav Rumenov en el fagot.

Después del intermedio se toco el Concierto para Flauta Sopranino en la menor RV. 445 P. 83, el cual tiene, al igual que el Concierto para Flauta Sopranino en Do Mayor RV. 444 P.78 que le siguió, un carácter espontáneo y alegre.

Finalmente, se tocó la Sinfonía No. 52 en Do menor de Joseph Haydn. Esta obra es la que mejor ejemplifica al llamado Sturm und Drang, e indudablemente por su vigor y energía indica el camino que más adelante habría de seguir Beethoven en su producción sinfónica.

Al igual que en las partituras anteriores la orquesta ejecutó magníficamente esta sinfonía. Con las variaciones en la ubicación de los instrumentos que Horacio Franco realizó, logró obtener sonoridades que podrían ser consideradas más cercanas a las orquestas de instrumentos “originales” que a la que habitualmente tiene la Camerata, y si bien a nivel personal prefiero el acomodo que tradicionalmente tiene la orquesta, es innegable que los resultados fueron muy interesantes.

Al finalizar el concierto Franco calificó a la Camerata de Coahuila como la mejor orquesta del norte del país y reconoció la labor que ha realizado su patronato por sostener a este proyecto cultural y el excelente trabajo que Ramón Shade ha realizado.

El público aplaudió largamente a la orquesta y a su director invitado, por lo que se tocó como encore el último movimiento de la sinfonía de Haydn.

GLOSARIO MUSICAL

BWV: Abreviatura de las palabras alemanas Bach-Werke-Verzeichnis (Índice de las obras de Bach), que hace referencia al número de catálogo de las obras de Bach en el que se ordenan de manera temática y cronológica sus partituras.

Ripieno: Del italiano: relleno. Es una indicación que se usa principalmente en los siglos XVII y XVIII para distinguir al grupo grande (también llamado Tutti) del grupo de solistas. Su uso se relaciona sobre todo con el Concerto grosso, en donde se diferenciaba entre el concertino (los solistas) y el ripieno (el grupo que lo reforzaba).

Sturm und Drang: Del alemán: Tormenta e ímpetu. Fue un movimiento alemán principalmente literario, pero también musical y de las artes visuales, desarrollado durante la segunda mitad del Siglo XVIII.

Leer más de Cultura

Escrito en:

Comentar esta noticia -

Noticias relacionadas

Siglo Plus

+ Más leídas de Cultura

LECTURAS ANTERIORES

Fotografías más vistas

Videos más vistos semana

Clasificados

ID: 334097

elsiglo.mx