En alguna ocasión Igor Stravinsky afirmó que la música expresa nada. A pesar de que la música es uno de los estímulos más poderosos para conjurar sentimientos, está afirmación hecha por el más grande compositor de su época no fue cuestionada y nadie se atrevió a señalar que en el pasado, al igual que sucede hoy en día con el cine, se le combinó con las palabras para producir obras de gran capacidad dramática como son los melodramas, la ópera y la música de programa.
Para su primer concierto de la segunda temporada de este año la Camerata de Coahuila bajo la espléndida dirección del maestro Ramón Shade, presentó un programa de gran expresividad que estuvo conformado exclusivamente por partituras de Ludwig van Beethoven (1770-1827).
El concierto dio inició con la overtura Coriolano Op. 62, la cual fue compuesta en 1807 para la tragedia del mismo nombre que escribió el dramaturgo austriaco Heinrich Joseph von Collin (1772-1811). Esta obra posee una incandescencia y vigor en el que a través del contraste de dos temas musicales, uno vigoroso y otro delicado, se representan los personajes principales de dicha obra escénica que son el general romano Coriolano, su madre y su mujer. Se dice que la partitura sólo le tomó una noche componerla a Beethoven.
Por otro lado, el aria Ah! Perfido -Per pietà non dirmi addio- Op. 65 (¡Ah! Pérfido por piedad no me digas adiós), es un verdadero misterio pues aunque se sabe que fue compuesta en Praga a principios de 1796 se desconoce quien fue el autor del texto ni por qué tardo Beethoven más de veinte años en conferirle un número de opus. Tatiana Marouchtchak cantó con gran dramatismo está hermosa aria.
Después del intermedio se interpretó la Música Incidental de Egmont Op. 84. Cabe mencionar que es muy probable que esta haya sido la primera vez que se toca esta obra en su totalidad en nuestro país. La música fue compuesta en 1809 y estrenada en 1810, el compositor y escritor alemán Ernest Theodor Amadeus Hoffmann (1776-1822) publicó una reseña de ella en 1813 en la que afirma que representa un fausto acontecimiento reunir a dos grandes maestros en una magnífica obra, y ver cumplida de la forma más hermosa toda exigencia del fino entendido Beethoven ha demostrado que entre los muchos compositores era ciertamente él, quien captó en lo más profundo de su interior la suavidad y al mismo tiempo la fuerza de la poesía: cada sonido que pulsaba el poeta resonaba en su espíritu como por simpatía en una cuerda de igual afinación, y así tomaba forma la música, que entonces penetraba y enlazaba todo como una cinta luminosa tejida de brillantes sonidos. El pasado viernes, gracias a la voz de Tatiana Marouchtchak, a la narración de Ramón Flores y a la excelente interpretación de los músicos de la orquesta bajo la mágica dirección del maestro Shade, se logró en el Teatro Nazas el milagro de recrear una de las obras cumbre y de permitirnos entrar en comunión a través de la música y de la poesía con las ideas de libertad y sentimientos de dos de los más grandes genios de la historia, Goethe y Beethoven.
Glosario:
Op.: Abreviatura de la palabra latina opus (obra). El número indica la ubicación cronológica de la partitura con respecto a la producción de un autor.