Hoy los niños crecen rodeados de tecnología; la computadora y los juegos de video ocupan gran parte de sus horas. (Archivo)
Los juguetes vanguardistas de LeapFrog ayudan a los niños a divertirse, pero también a introducirlos en el mundo de los gadgets.
Hoy los niños crecen rodeados de tecnología; la computadora y los juegos de video ocupan gran parte de sus horas y aunque no se les puede privar de estas herramientas sí es posible acercarles juguetes educativos.
Desde aprender a leer y sumar, hasta hablar inglés y conocer el mundo, los productos de LeapFrog están diseñados para divertir y educar. Su director general, Jaime Hernández, explica que “el producto que catapultó a la compañía es LeapPad, un sistema basado en libros; entramos en un nicho de mercado que nadie estaba atacando, el de juguetes educativos que tienen que ser entretenidos y divertidos, pero que les enseñe algo, no nada más que tengan lucecitas y musiquita”.
Para quienes conocieron los libros LeapPad este año llega la nueva generación llamada TAG, una pluma mágica que cuenta con una cámara y lee el papel especial de los libros, les hace preguntas, explica cómo suenan las letras según la palabra y las deletrea. El producto incluye un CD para descargar en la PC, con él la información queda guardada en la pluma con capacidad para almacenar cinco libros, además se puede regular el volumen y tiene entrada de audífonos.
Pero si lo que se busca es acercar a los pequeños de una forma segura a la computadora, la opción es ClickStar, “no le dejas tu lap-top a tu hijo porque igual le tira la leche encima o te borra tus archivos, además no quieres que entre a Internet sin supervisión, pero Mi PC se conecta a la televisión, se maneja de forma inalámbrica para que aprendan cómo funciona un teclado y un mouse, tiene ambiente de Windows y la mamá le puede dejar mails”, explica Hernández.
El directivo está consciente del rápido crecimiento de la industria de videojuegos: “Cada vez más pequeños los niños ya quieren tener una consola, por eso lanzamos una que sea educativa, pero con la última tecnología en cuanto a imagen”. Leapster es un videojuego portátil con 15 títulos que abordan temas como matemáticas, inglés, artes y música.
Y para los más grandes está el Globo Interactivo, con él se puede conocer el himno nacional de cualquier país del mundo, la distancia entre países en kilómetros y horas de vuelo, la población total, el punto más alto, la moneda y muchos detalles geográficos.
Aunque son juguetes, estos productos esconden alta tecnología, incluso la firma posee un software patentado: “Ya sea nuestro procesamiento digital de señales o cualquiera de nuestras tecnologías exclusivas, todo lo armamos de manera mágica”, asegura.
Antes de lanzar cualquier juguete, la empresa pide asesoría a maestros, psicólogos infantiles, investigadores, especialistas en aprendizaje e incluso a las madres para entender qué se busca en un juguete educativo y llevar a los niños información de acuerdo con su edad y etapa de desarrollo.
“Nuestro destino es el niño, pero quienes nos compran son los padres, por eso buscamos ofrecer algo más; aprender a leer y saber inglés son los sistemas más exitosos y el contenido no los frustra o los aburre”.
Una de las ventajas que ofrece LeapFrog es que la información de cada juguete es traducida según el país donde se vende, además el director general asegura que “antes un producto tardaba en llegar a México, ahora hacemos lanzamientos globales con la misma calidad y eso hace que los productos no sean caros”.
Hoy los niños crecen rodeados de tecnología; la computadora y los juegos de video ocupan gran parte de sus horas. (Archivo)