En la imagen Heliberto Chi a quien ayer se le aplicó la inyección letal en Texas. (Archivo)
El Gobierno de Honduras lamenta el asesinato de Heliberto Chi en EU.
El inmigrante hondureño Heliberto Chi fue ejecutado en Texas después de que el Tribunal Supremo de EU rechazara ayer un último recurso para que se aplazara el castigo, se anunció oficialmente.
Chi, de 29 años, recibió una inyección letal en el penal de Huntsville luego de ser condenado a muerte por el asesinato en 2001 del sastre Armand Paliotta para el cual había trabajado.
“Que Jesús reciba mi espíritu. Te quiero Edgardo”, dijo refiriéndose a uno de sus primos que presenció la ejecución.
La muerte de Chi fue constatada a las 23:25 GMT, nueve minutos después de la inyección, reveló un comunicado del penal de Huntsville.
Tres horas antes de que el Supremo anunciara su dictamen, la Junta de Perdón y Libertad bajo Palabra de Texas había decidido que no intervendría en favor del condenado ante el gobernador del estado Rick Perry.
Chi no solicitó una última cena antes de recibir la inyección letal, dijo una portavoz del penal de Huntsville.
Fue la segunda ejecución en ese recinto después de que el martes pasado Texas aplicara el castigo al inmigrante mexicano José Ernesto Medellín, el mejor amigo del hondureño en el penal.
Tanto Medellín como Chi habían alegado infructuosamente ante el Tribunal Supremo que sus ejecuciones debían postergarse debido a que se habían incumplido acuerdos internacionales que obligaban a las autoridades permitirles el acceso a la asistencia consular.
Por su parte, el Gobierno de Honduras lamentó la ejecución y expresó sus condolencias a su familia.
En un comunicado, el Gobierno de Manuel Zelaya expresó que lamenta que las autoridades estadounidenses no hayan escuchado los llamamientos de clemencia de Honduras, otros amigos y organismos defensores de los derechos humanos.
Chi cumplía condena desde marzo de 2001 por el asesinato de un hombre para quien trabajó en Arlington (Texas) y su ejecución se pospuso el 2 de octubre de 2007 a raíz de una resolución de la Suprema Corte de EU mientras se decidía la constitucionalidad de la inyección letal.
El viceministro hondureño de Relaciones Exteriores, Eduardo Enrique Reina, leyó un comunicado del Gobierno lamentando el desenlace en el penal de Huntsville.
La madre de Chi, Mirna Suyapa Chi, quien desde hace varios días se encuentra en Texas, confiaba en que la justicia de Estados Unidos cambiara su decisión.