Por secuestro calificado, se ejecutó la orden de aprehensión contra dos presuntos responsables del citado delito que se encontraban bajo arraigo desde hace dos semanas, informó la Procuraduría General de Justicia del Estado de Coahuila (PGJEC). Bajo el proceso penal 179/2008, fueron aprehendidos y remitidos al Centro de Readaptación Social, Alejandro Núñez Martínez, de 23 años, alias “Cabeza de Vaca” y Luis Jaime Ruiz Fernández, de 44 años.
Secuestro con circunstancias calificativas por haberse cometido en sitio de trabajo, por haberse obrado en grupo de dos o más personas, por haberse empleado violencia moral, por haberse utilizado armas de fuego al inicio de su ejecución, por haberse afectado gravemente la actividad económica de los ofendidos, por haberse cometido simultáneamente en contra de dos personas y por haberse presionado la entrega de lo exigido por amenaza de muerte del secuestro: es el delito señalado por la autoridad judicial.
Alejandro, de oficio agricultor, fue señalado por la Procuraduría General de Justicia del Estado de Coahuila (PGJEC) como líder de la banda de secuestradores que atacaba a microempresarios, la mayoría del poniente de la ciudad.
Dentro de las investigaciones también se efectuó la localización y posterior arraigo de Ruiz Fernández, de 44 años, dueño de un taller de autos en Gómez Palacio, cerca de la colonia Nuevo Los Álamos.
Al segundo inculpado se le señaló por presuntamente modificar los vehículos que recibían los secuestradores como pago de sus víctimas. Sobre Luis Jaime, su familia hizo del conocimiento público su extrañamiento por la detención y pidió que se aplicara la Ley sin fabricar culpables.
La PGJEC indicó que la banda liderada por Núñez Martínez hacía cobros por la liberación de sus víctimas inferiores a los 500 mil pesos, pero tenía asolada a gente de bien como panaderos, contratistas, carniceros, transportistas, comerciantes, entre otros.
Dentro de su forma de operar la banda “levantaba” a sus víctimas y pedía el rescate. La privación duraba de uno a 3 días y la casa de seguridad estaba en Ciudad Juárez, Durango. En la captura de los secuestradores participaron efectivos del Ejército y las autoridades del vecino estado de Durango.