Ejecutivos asesorados para lograr el éxito
Los más grandes empresarios de la historia tomaron sus decisiones importantes apoyadas en uno o varios consejos, acción que hoy se llama coaching, una especie de asesoramiento empresarial.
Debido a que una gran cantidad de empresas mexicanas conservan un tipo de liderazgo tradicional, muchos de sus ejecutivos creen saberlo todo, que estarán ahí siempre y que tienen toda la información. En particular, estos ejecutivos rechazan cualquier tipo de asesoría, e incluso el llamado coaching porque en realidad no lo conocen, no aceptan que no saben y que necesitan del respaldo de un especialista, asegura Victoria Ivette Sánchez, coach y directora de la firma Global Expertise Evolution.
De acuerdo con la experta, es necesario llevar a los ejecutivos mexicanos de la mano en el proceso de conocer qué es el coaching y cuáles son los beneficios individuales y a nivel de toda la organización.
Para David Peck, coach internacional de Estados Unidos y presidente de Leadership Unleashed, el coaching no le dice al ejecutivo cómo hacer mejor su trabajo, está para motivarlo y sacar el mejor desempeño de la persona. “Yo creo que si ayudo a un líder, estoy ayudando a toda la organización. Por ejemplo, si el líder delega mal las actividades, trata de controlar a todos, la vida de los empleados es afectada, se estresan. Si ayudamos al líder a darse cuenta del efecto de sus acciones, entonces cambian y los empleados se sienten mejor”, subraya.
Destaca que el coaching puede generar a las empresas un retorno de la inversión de hasta 500 por ciento, pero también beneficios intangibles como mejorar las relaciones interpersonales, hacer que los demás conozcan y entiendan mejor al ejecutivo. Sin embargo, Peck explica que algunos ejecutivos al no llevar a cabo correctamente un proceso de coaching pueden cometer algunos errores. Por ejemplo, muchos de sus clientes cuando empiezan a tener un poco de éxito, notan cambios, la gente responde a ellos mejor, “creen que ya la hicieron” porque se sienten muy motivados y exitosos. Pero a las pocas semanas algo sucede, todo el comportamiento bueno se va, se estresan, se enojan consigo mismos pensando que no funciona. “El coaching es el principio, es un proceso largo de cambio para las personas”, asegura.
Otro problema es cuando los ejecutivos observan a los compañeros que tienen un asesor y ellos también quieren uno; puede ser que en realidad no lo necesiten; van bien en su trabajo, pero sienten que lo merecen como “algo que hay que tener”. También se dan casos de miedo: algunos dicen que están en sus puestos por su forma de trabajar y son exitosos por quienes son, pero si alguien trata de cambiarlos ya no serán tan exitosos otra vez.
Ivette agrega que en México se dan más casos de personas sin confianza, llevan mucho tiempo en la misma posición y no quieren arriesgarse entrenando a los demás para que no les quiten su puesto de trabajo.
Peck a su vez considera que quienes requieren ayuda son aquéllos que él llama “un punto ciego”, es decir, que ellos no ven pero que los demás sí por ser tan obvio; aquéllos con problemas de desempeño, que no están haciendo un buen trabajo o tiene problemas para relacionarse, que se sabotean a sí mismos o a los demás.
Peck informa que América Latina representa sólo el cinco por ciento de la industria. Ivette indica que el problema es la falta de estadísticas, pues el coaching está en pleno crecimiento desde hace algunos años, en particular en Argentina, Brasil y México que compiten con coaches de EU.
La directiva dice que en México hoy el liderazgo está enfocado en que el encargado dé a conocer a la gente cuáles son sus responsabilidades, pero el coaching trata de concientizar de la responsabilidad que tienen los líderes al dirigir personas.
Desde su punto de vista, el coaching está ayudando a las corporaciones mexicanas a entender que los líderes no son “tipos que se paran enfrente de los demás y los guían para lograr sus metas”, más bien son personas que caminan con los demás y los enseñan. “Eso es un gran cambio en México porque antes no querían perder el poder. Ahora con el coaching los líderes aprenden que pueden crecer y la gente a su lado también, y eso es impresionante”.
La entrevistada señala que los líderes mexicanos deben estar más conscientes de las necesidades de la gente, mantenerse con sus colaboradores durante todo el proceso para alcanzar las metas, involucrándose en su aprendizaje, enseñándoles, pues en ocasiones los empleados sólo trabajan para llegar a las metas del líder.
En opinión de Peck, en México y en general en el mundo, el tema aún huele a nuevo y muchas personas todavía no tienen una clara percepción de lo que en realidad es. “Hablando con otros coaches estadounidenses, la gente dice que se está haciendo mucho coaching aquí (en México), así que una de las cosas que me pregunto es si no ha sido reportado, pero ciertamente es nuevo”, dice.
Peck indica que en todos lados existen personas que dicen ser coaches pero no tienen el entrenamiento adecuado, por lo cual hay dos organizaciones que trabajan en poner orden en la industria: La Federación Internacional de Coach y la Comunidad Internacional de Coaching. Peck sugiere a los asesores invertir en su educación y prepararse con gente que realmente conozca del tema.