Elementos del Ejército Mexicano obstruyen la labor periodística y condicionan el paso si no se borran fotografías de elementos castrenses; mientras que la Policía Estatal colabora y respeta el trabajo de El Siglo de Durango.
Poblado 5 de Mayo, Dgo.- La convivencia de la sociedad civil con los militares y policías no es fácil; sin embargo, esto ha sido una alternativa necesaria luego de los hechos violentos que se han recrudecido a últimas fechas. No obstante, los elementos del Ejército muestran una actitud rígida y obstaculizan la labor periodística, ya que El Siglo de Durango al tratar de informar a la ciudadanía y fomentar un clima de confianza y colaboración (luego de la presencia del Ejército en esta entidad), fue limitado en su tarea.
Incidente. “¿Estás tomando fotos? ¿Te puedes parar a un lado de la carretera? ¿Me puedes mostrar las fotos?”. Fueron algunos de los cuestionamientos que se le hicieron a este matutino por parte de un elemento del Ejército -en un retén ubicado luego del campo militar del 5 de Mayo-, pero después de responder a sus preguntas e identificarse plenamente, las preguntas no cesaron y las imposiciones tampoco.
“Te vas a poder ir cuando hayas borrado tus fotos”. El argumento por parte de esta casa editorial siguió tras explicar que el trabajo de El Siglo de Durango es informar, que se utilizó sólo una herramienta de trabajo, que no se estaba atentando contra la seguridad de nadie, e incluso se le sugirió mostrarle las fotografías y borrar las que mostraban rostros, pero el militar dijo que la indicación era eliminarlas todas.
Postura. El Siglo se negó y pidió hablar con el encargado de ese lugar y de nueva cuenta éste argumentó que si se quería algún tipo de material gráfico era necesario dirigirse a la Décima Zona Militar para pedir autorización y luego de que se les avisara, sólo así, se podrían tomar fotografías, por lo que El Siglo respondió que si fuera real lo que él decía, no existirían fotografías del Ejército.
Finalmente este medio de comunicación accedió a borrar las fotografías, no sin antes comentar que la relación con el Ejército había sido cordial y que hace falta difundir la labor que esta fuerza castrense realiza en el territorio duranguense, y lamentó la postura e intención del Ejército de impedir o dificultar la información pues con esa actitud sólo se conseguirá alejar a la sociedad y crear mayor incertidumbre.
Realidad. La violencia e inseguridad han hecho acto de presencia en repetidas ocasiones en los últimos meses en ésta que era “callada y tranquila ciudad colonial” y por consecuencia la instalación de retenes militares y policiales han sido una alternativa que las autoridades judiciales han implementado para tratar de brindar seguridad a la ciudadanía.
Por Yadira Ramírez Villarello
El Siglo de Durango