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El actual Gobierno rompió el Contrato Social

Mirando a fondo

Víctor González Avelar

JUAN JACOBO ROUSSEAU escritor y teórico político del siglo XVIII escribió en su obra fundamental El Contrato Social la manera y forma de construir un sistema político democrático. El Contrato Social es la forma como un grupo de individuos pueden darse las reglas de la convivencia social bajo un Gobierno responsable. Esta importante obra de la ciencia política afirma que el hombre al organizarse para vivir en sociedad, declina una serie de derechos inherentes a su propia naturaleza como ser humano, tales como la autodefensa y la seguridad de su persona y la de su familia, la que pone en manos del Estado.

EL HOMBRE AL ORGANIZAR EL ESTADO, renuncia a defender por sí mismo sus derechos y los de su familia. La posibilidad de usar la fuerza para defenderlos, la delega en favor del propio Estado, quien desde ese momento tiene la irrenunciable obligación de proteger al individuo en la sociedad. El Contrato Social establece, entre otras cosas, que las personas renuncian a hacerse justicia por propia mano, que el Estado establecerá los tribunales para administrar justicia, para defender al individuo y que castigará a todo aquel que agravia al ciudadano de esa sociedad.

TAMBIÉN ESTABLECE el Contrato Social, que el Estado vigilará y cuidará la seguridad de los individuos y la de sus familias, por lo que los individuos no podrán ejercer violencia y represión sobre los sujetos que vulneren o lastimen su integridad física. Para ello, estará la fuerza del Estado, titular del monopolio de la violencia, y único autorizado para perseguir a los delincuentes que rompen el orden de la comunidad o agredan a los individuos del grupo social.

PERO SE DA EL CASO y atentos a los tiempos que vivimos, que el Estado mexicano no ha podido responder ni hacer cumplir las leyes. Esto viene a tema con motivo de la magna marcha denominada “Iluminemos México” que se realizará en varias ciudades de la República este fin de semana. Con ella se pretende poner en evidencia el repudio que todos los grupos sociales de este país tienen a la inseguridad y concretamente a la delincuencia organizada y la no organizada.

TODO ESTO NOS PARECE muy bien, pero habría que estudiar con más cuidado algunos aspectos de este tipo de acciones que organizamos los mexicanos y que pueden caer en un mundo virtual, irreal o totalmente ilógico.

LA MARCHA A NIVEL NACIONAL está plantada como una larga caminata de ciudadanos vestidos de blanco y portando una vela encendida. Quiere ser una marcha de protesta en contra de la violencia y la delincuencia que ha venido asolando al país entero, desde hace varios años. En el fondo se trata de un acto de repudio a algo que no hay quien no repudie, con excepción de los malandros que viven de ella.

HASTA AQUÍ LAS COSAS parecería todo normal, pero se da la circunstancia de que en una marcha de esta naturaleza se le olvida cuál debería ser su punto fundamental: denunciar a las autoridades que no han cumplido con el Contrato Social y exigirles su renuncia en el caso de que no resuelvan el problema, dentro de un determinado tiempo. Éste debería ser el verdadero fondo de la marcha de protesta.

SI LOS GOBERNANTES NO saben o no pueden cumplir con su más elemental obligación, como es preservar la vida y la seguridad de los gobernados, esa autoridad no tiene nada que hacer encargada de un Gobierno. Pero la cosa se pone aún peor, cuando las mismas autoridades pretenden marchas junto a los ciudadanos en su marcha “Iluminemos México”. Se habla del secretario de Gobernación, de Marcelo Ebrard, del procurador del DF, del de la República, jefes policiacos de las incompetentes corporaciones y hasta del propio Felipe Calderón se quieren unir a la marcha de protesta.

EN ESTE CASO la paradoja en que caeríamos los mexicanos (a lo que por cierto somos tan proclives) sería: que los corderos y las gallinas organizaran una marcha de protesta en el corral del rancho para protestar y para que los lobos no se las sigan comiendo, y los lobos en un plan verdaderamente cínico, prestos se unen serios y compungidos a la marcha de protesta, chacoteando con los pastores del rebaño.

EL PUEBLO MEXICANO está verdaderamente harto del estado caótico y falto de seguridad en que se ha hundido el país. No será con simples marchas, vestidos de blanco y portando una velita como estos feos asuntos de la delincuencia organizada se pueden llegar a arreglar.

ES NECESARIO que la sociedad apele al Contrato Social y le diga a la autoridad en quien delegó su seguridad personal y la de su familia: si no puedes con el paquete pues vete, ya buscaremos otros pastores que sepan y puedan hacer bien las cosas.

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