MALOS SON LOS TIEMPOS en que el agio domina la vida económica de una sociedad. Sombrías las fechas en que la producción de bienes y servicios se detiene, para dar paso al virus más depredador de la economía de un país: El Agio.
DÍAS EN QUE los señores del Nacional Monte de Piedad (y uno se pregunta en dónde quedó la piedad) anuncian en los medios con orgullo, yo agregaría y sin vergüenza, que por tratarse de tiempos navideños cobrará el 4% mensual de rédito sobre el dinero que presta a sus clientes.
PERO ESTOS PIADOSOS no son los únicos. En las ciudades han venido proliferando a últimas fechas los negocios de prestamistas y bazares, hoy los amos y señores del agio. Es de hacer notar cómo en las avenidas comerciales y bulevares se ha venido asentando este nuevo tipo de empresas dedicadas a prestar desde el 6% al 10% mensual.
ESTE NEGOCIO del agio es una verdadera maravilla. Por una parte los bancos le pagan a usted como ahorrador, hasta el 8% anual, esto es, el 0.6% mensual. Le toman y reciben su dinero en depósito de inversión al 0.6% mensual y se lo prestan a usted ese mismo dinero, vía tarjeta de crédito, 60 veces más caro.
DÍGANME USTEDES en dónde puede existir un negocio de estas dimensiones en donde, vía tarjeta de crédito y cobro a los usuarios, se pueden cobrar un interés 60 veces mayor de lo que el banco le paga al cuentahabiente como ahorrador.
LOS ÚLTIMOS INFORMES financieros de la Condusef, nos dan cuenta que los intereses y cobros que hacen los bancos en México por las tarjetas de crédito, son los más altos en toda América Latina. Por ejemplo y en un comparativo, solamente en Chile las tasas de interés se ubican entre el 47% y el 53%; en Colombia varían entre 28% y 36%, en Perú se mueven de 24% a 60%, mientras que en Venezuela se ubican en 33%.
CON EL FIN de atemperar y evitar los abusos en perjuicio de los usuarios de las tarjetas de crédito o dinero plástico, la Cámara de Diputados aprobó reformas con la finalidad de evitar más créditos a quienes no tengan verdadera capacidad de pago. Entre los cambios aprobados se obligará a los bancos a incorporar en sus estados de cuenta un pago mínimo que cubra intereses y un porcentaje del capital, además se prohíbe aumentar el límite de crédito sin el consentimiento del usuario. En este fin de año, los expertos recomiendan cautela en el uso de la tarjeta de crédito y no dejarse llevar por algunas ofertas que pueden ser atractivas, pero que en el largo plazo resultarán una carga financiera pesada.
CON EL PROPÓSITO de que los tenedores de tarjetas de crédito puedan reducir el daño que sufren en su economía, la Comisión Nacional para la Protección y Defensa a los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef), emitió diversas recomendaciones para el buen uso de los plásticos. La Condusef destaca que se debe comparar entre las distintas tarjetas antes de contratarlas y sugiere informarse sobre las tasas de interés, las comisiones y el Costo Anual Total (CAT). También, considera fundamental leer el contrato antes de firmarlo y aprovechar el uso de tarjetas de crédito para facilitar pagos, pero dentro del presupuesto familiar. Destaca que no hay que tomar a la tarjeta como dinero “extra” para gastar por arriba de las posibilidades y es importante cubrir de forma puntual los pagos. La Condusef puntualiza que es imperativo abonar más del pago mínimo que se precisa en el estado de cuenta.
LA GRAN CONFUSIÓN en que de manera generalizada incurren los mexicanos, es que piensan que la tarjeta de crédito es un dinerito extra a sus ingresos reales, con el cual pueden nivelar su presupuesto familiar y gastar así dinero que no tienen ni nunca tendrán.
ENTRE LA DESESPERACIÓN de los mexicanos por tener los elementales satisfactores para su subsistencia y el agio que reina en todo su esplendor, el pueblo llano se debate inmerso entre los linderos de la miseria y una precaria economía familiar ahora agravada por el fantasma del desempleo, que como otro caballo del Apocalipsis ya recorre nuestro país.
DEBEMOS RECONOCER que han de ser tiempos muy malos para nuestra sociedad, cuando en cualquier esquina aparecen casas de empeño y bazares o cuando las personas aceptan y están conformes en pagar tasas de intereses hasta del 10 % mensual.
“No gastes tu dinero antes de ganarlo”, Thomas Jefferson (1733-1826) Político y filósofo estadounidense.
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