Junto al verano, llegó el temor de quedarse sin una gota de agua entre los vecinos de la colonia Torreón Residencial.
Y es que durante esta temporada, la presión es tan baja que casi es imposible llenar una cubeta o tomar un baño por la tarde.
Leticia Cisneros es una de las amas de casa que ha sufrido, por lo menos desde hace más de un año, por la baja presión que se registra en este sector la mayor parte del año, “pero que se agrava con el calor”, dice.
Durante la mañana, Leticia debe realizar todas las actividades del hogar, es decir, desde bañarse hasta lavar, regar y limpiar, pero esto únicamente con el apoyo de aquellas llaves ubicadas al exterior de su vivienda, “pues adentro casi no sale... si abrimos una llave en otro lado no sale nada”, señala la madre de familia.
Mirna Acosta es otra de las vecinas que sufre por este problema, pero se las ingenia para poder contar con agua casi todo el día.
“Como casi es imposible tomar un baño después de las tres de tarde, lleno una gran tina, pues hay veces en que uno tiene compromisos y es necesario bañarse otra vez”, comenta Acosta.
Así mismo, la mujer, al igual que la mayoría de sus vecinas, prefiere invertir en la compra de varios galones de agua purificada a la semana, “para beber y para hacer la comida”, señala Mirna.
Por otra parte, ambas mujeres manifestaron su preocupación sobre el cómo será el servicio en los próximos meses, pues temen que la presión sea mucho más baja.
“Debido a las experiencias que hemos vivido en años anteriores, tenemos miedo de quedarnos sin una gota de agua”, comentaron las amas de casa.
Mientras tanto, las madres de familia seguirán madrugando para poder atender sus necesidades más apremiantes aprovechando la buena presión que se registra a esas horas en su colonia.
MUCHOS PROBLEMAS
“Como casi es imposible tomar un baño después de las tres de la tarde, lleno una gran tina, pues hay veces en que uno tiene compromisos y es necesario bañarse otra vez”.
MIRNA ACOSTA, VECINA
TENEMOS MIEDO
“Debido a las experiencias que hemos vivido en años anteriores, tenemos miedo de quedarnos sin una gota de agua”.
LETICIA CISNEROS, VECINA