Kish Lewis (izquierda) y Edmond Wilson, dos de los extranjeros que han vestido la camiseta de Algodoneros de la Comarca en su historia de ocho años. (Archivo)
Parece muy distante aquel 1972, cuando llegó el baloncesto profesional a esta ciudad con los Algodoneros de Unión Laguna, participantes en el naciente Circuito Mexicano de Basquetbol (Cimeba).
Se logró conjuntar un gran plantel de extranjeros, con Jimmy Walkins, Curtis Pritchett y James Gilbert, apoyados por los torreonenses Miguel “Avión” Arellano, olímpico en México 1968, Hugo “Buque” Aguilera, Julio “Coco” Martínez y Jorge “Carnal” Bastida. Todos encabezados por el doctor Álvaro Lebrija. A pesar de la gran temporada regular, el equipo fue eliminado en el primer play off debido a diferencias extracancha entre jugadores y directiva.
En esas circunstancias llegó 1973, cuando el equipo se mantuvo gracias al apoyo de laguneros como Rodolfo Ayup Sifuentes, los doctores Francisco Galindo Chávez y Roberto Villarreal Roiz, así como el ingeniero Carlos San Miguel. No se consiguieron grandes logros pero así se inició la campaña 1974, durante la cual, por falta de apoyo el equipo se fue a Tampico.
Después de un largo ayuno, los hermanos Salvador, Eduardo y Sergio Ganem Pérez rescataron la franquicia para esta plaza, la cual volvió a tener un representante en el Cimeba. Después de sortear múltiples problemas a lo largo de cinco años, así como carecer del apoyo de las autoridades gubernamentales y la iniciativa privada, se dio un receso de 15 años. Otro factor fueron los múltiples conflictos de la Federación Mexicana de Basquetbol.
NACE ALGODONEROS DE LA COMARCA
A través de un gran esfuerzo y con una estrategia a mediano plazo, nuevamente aparece en escena Eduardo Ganem Pérez, ahora apoyado por sus hijos, Aldo Eduardo y Anuar, quienes dan vida a los Algodoneros de la Comarca, justo en el año 2000, cuando nace la Liga Nacional de Baloncesto Profesional (LNBP).
La necesidad de un torneo bien organizado, con directivos responsables y un nivel de juego importante, le dio vida a la LNBP. Algodoneros de la Comarca aparece con el deseo de mantenerlo en un nivel competitivo importante. Durante sus años de militancia en la LNBP, Algodoneros ha sido un equipo espectacular, de garra y difícil de vencer, se ha participado en las ocho temporadas, con una importante labor social, que incluye la transformación de su casa, el Auditorio Municipal.
Es ineludible destacar el espíritu e inspiración que dejó como legado Alfonso Esparza Hernández para que el basquetbol se practicara en Torreón en todos sus niveles; hoy Algodoneros de la Comarca, su directiva y afición forman parte de esa herencia. La institución ha dejado huella en la sociedad, y desde que Algodoneros apareció en el mapa deportivo de la región está presente, tanto con la Escuela de Basquetbol Algodoneros como en diferentes actividades altruistas, muchas de ellas a través del DIF.
DE NIÑO PATIÑO A DÍAZ-CASTROVERDE
Jorge Niño Patiño se convirtió en el primer coach en la historia del conjunto lagunero, que en 2007 llegó a ocho años de vida, con sede en el Auditorio Municipal de Torreón. Jugadores como Matt Watts y Dondy Bell aparecieron en ese año junto al ya mexicano Tony Vann y laguneros destacados como Arturo Ibarra Basurto, Edgardo y Guillermo Cepeda Esparza.
Jugadores de gran calidad han vestido la casaca de Algodoneros. Jason Cox, Willie Pagán, Jorge Serrano, Alex Falcón, Kish Lewis, Douglas Beatty, Fred Hooks, Edmon Wilson, Chad Allen, Robert Day, Nick Jones, Issac Gildea, Byron Jonson, Lawrence Nelson y Dallas Logan.
En el talento mexicano destacan los nombres de Marcos Chávez, Arturo “Loco” Velasco, Carlos Key, Emiliano Montoya y Erick Hare. Hoy el talento lagunero se basa en elementos como Daniel Mota, Víctor Méndez, Hugo Rodríguez, Juan Tello y Érick Márquez.
Fue un lagunero el primer coach del equipo en la persona de Jorge Niño Patiño, que fue sustituido por Antonio Segura Salazar. Vendría después la época del ex olímpico Rafael “Caballo” Heredia, que cedió los trastos a Liborio Chavarría.
De Argentina llegó Marcelo Richotti, experimentado coach que ha llevado al equipo a su mejor nivel competitivo, el pampero dejó su sitio a Óscar Murillo, que al final de la temporada 2005, y por los malos resultados, fue cesado para dar paso a Óscar Yander Hernández. Ya en 2006 se sumó al proyecto en calidad de entrenador en jefe el español Javier Díaz-Castroverde Núñez.
De cara a la actual temporada, la del Centenario de Torreón, los Algodoneros vienen con renovados bríos y el mismo coach ibérico que trabajó en la planeación de una quinteta a la altura de la ciudad que representa. Hoy se cuenta con jugadores estelares, en los casos de Karim Malpica, Andre Joseph, Blake Walker, James Smith, Lee Cook, Noah Brown, Mike Smiljanic, Arturo Velasco, Daniel Mota, Hugo Rodríguez y Víctor Méndez.
El sueño de la familia Ganem Ortega continúa vigente, con dos motores que dan vida e impulsan al esfuerzo que se hace diariamente y que se inició hace varios meses. Torreón celebró sus cien años de vida, y en basquetbol profesional Algodoneros fue parte de la gran fiesta.
Justo en el año en que la ciudad celebró sus primeros cien años de vida, Algodoneros de Torreón le ofreció un par de regalos, el trofeo como campeones de la Copa Independencia, en donde el Auditorio Municipal fue testigo de tres victorias, frente a Mexicali, Tijuana y Chihuahua, para llevarse el título de la competencia.
Posteriormente, ya en temporada regular de la Liga Nacional de Baloncesto Profesional, el lunes 17 de septiembre Algodoneros superó a la Fuerza Regia por 99-91 y con ello se hizo acreedor al Trofeo Torreón 100 Años, que se disputaba como parte de los festejos del Centenario.
LA PASIÓN DE EDUARDO GANEM
La Liga Nacional de Baloncesto Profesional (LNBP) se creó el 11 de marzo del 2000, el deseo de enderezar el camino del Deporte Ráfaga en México hizo que 11 directivos se dieran a la tarea de ponerla en marcha; hoy, cuando se jugaron ya ocho temporadas, los equipos coahuilenses, Algodoneros de Torreón y Lobos de Saltillo, se han mantenido en actividad sin faltar a un solo torneo.
El esfuerzo resultó muy grande, las carencias eran bastantes y muy pocas puertas se abrieron cuando se solicitó apoyo, aunque ese obstáculo no fue infranqueable y en 11 sedes arrancó la actividad de una liga que hoy tiene 24 plazas y es considerada la mejor de México en el ámbito profesional. Además de los dos equipos de Coahuila, los Correcaminos de la Universidad Autónoma de Tamaulipas, Campus Ciudad Victoria, también han participado en cada una de las temporadas.
Completaron el elenco de 11 escuadras en aquel 2000, los Correcaminos de Matamoros, Tampico y Reynosa; Dorados de Chihuahua, Indios de Ciudad Juárez, Garzas de Plata de la Universidad Autónoma de Hidalgo, la Ola Roja del Distrito Federal, y los Vaqueros de Agua Prieta. Solamente tres de aquellas 11 organizaciones se mantienen paralelamente con la vida de la LNBP, aunque desde la temporada anterior se incorporaron los Bravos de Piedras Negras, para convertir a Coahuila, junto con Veracruz, en los únicos estados de la República Mexicana con tres equipos profesionales de basquetbol. De su pasión por el Deporte Ráfaga, Eduardo Ganem Pérez responde a cinco preguntas.
n ¿Qué te ha dejado el
basquetbol como promotor?
Gracias al basquetbol se me abrieron algunas puertas, ganamos en credibilidad, sobre todo ante los patrocinadores, en todas las actividades que organizamos tenemos el apoyo, aunque sería importante el de las empresas locales.
n ¿Si volvieras a
nacer harías lo mismo?
Claro que lo volvería a hacer, ojalá volviera a nacer pero con más experiencia, tanto mis hijos como yo estaríamos en el basquetbol, porque estamos enamorados de ese deporte.
n ¿Qué te falta
conseguir en el basquetbol?
Lo único es el apoyo de las empresas locales, me duele bastante que nos cierren las puertas, me da para abajo que mejor nos apoyen empresarios de Monterrey, pero ni hablar, eso no impide que sigamos hacia delante, ojalá haya más gente que crea en nuestro proyecto, que no es únicamente deportivo, está muy dentro de lo social.
n ¿A quiénes agradeces?
A toda la gente que creyó en nuestro proyecto, algunos siguen, otros no, estoy profundamente agradecido con la gente que en la calle nos felicita y nos anima para seguir adelante, le damos las gracias a nuestra gran afición porque con su apoyo hemos podido jugar todas las temporadas de la liga y nos motivan para buscar ser mejores.
n ¿Cómo vives las
tristezas y los ratos amargos?
Afortunadamente son más los momentos de alegría, y no lo digo sólo por los resultados en lo deportivo, cuando vamos con el equipo a entregar despensas a la gente de escasos recursos se me llenan los ojos de lágrimas al ver las caras de esa gente, en verdad, lo digo de todo corazón, esos momentos no los cambio por nada.
