Espectáculos Miss Universo Christian Nodal Julión Álvarez

El Buen Canario se pone nervioso’

Tensión y nervios se vivieron en la función de estreno de la obra El Buen Canario, dirigida por John Malkovich.

Tensión y nervios se vivieron en la función de estreno de la obra El Buen Canario, dirigida por John Malkovich.

El Universal

Apenas dos páginas de cuaderno profesional llenó John Malkovich con anotaciones durante la primera función con público de El Buen Canario. Se nota que sus actores están muy cerca de complacerlo aunque Diego Luna confesó estar muy cerca de la “locura” por los nervios.

“En estas funciones previas te pasa de todo: las sillas se caen, el actor no entra a tiempo; hay un nivel de tensión y nerviosismo que también se disfruta”.

En efecto, “el nivel de tensión” fue notorio en Luna cuyo personaje de Jack Parker aparece en la primera escena de la obra desayunando con su novia Annie, interpretada por Irene Azuela. Jack llega a la cafetería para anunciarle a Annie que su libro recibió una exclente crítica en el New York Times lo que significa el comienzo de una exitosa carrera de escritor.

La escena dura unos diez minutos, durante los cuales ambos actores se sacudieron los nervios de la primera vez, tropezaron un poco con los diálogos y se atropellaban en el trazo escénico.

En la siguiente escena aparece Daniel Giménez Cacho en el papel del editor de pornografía entusiasmado porque el exito de su amigo Jack significará también su éxito, ya que el libro fue publicado por su editorial.

Giménez Cacho demostró que tenía razón cuando declaró hace unos días: “Ya encontré a mi personaje, no es demasiado complejo; además siempre he pensado que el 50 por ciento del trabajo del actor se desarrolla en los ensayos y el otro 50 durante la temporada de acuerdo a la respuesta del público”.

Y el público le respondió como si ya hubiera completado hasta el 90 por ciento al reír con casi todas las bromas de este editor cínico y arrabalero que es capaz de clasificar la pornografía en rubros como porno electoral (“Ábreme las urnas”).

A partir de entonces la obra tomó ritmo. La aparición de Jorge Zárate como un editor prominente pero ignorante y el descenso de Annie hacia los últimos escalones de la adicción a las anfetaminas, son los elementos que mantienen la tensión de la historia. Además, hacia el final del primer acto se devela un secreto que Jack y Annie guardan celosamente.

En esta primera función previa, John Malkovich apareció muy temprano para ocupar un lugar entre las butacas del Teatro Insurgentes. Pero fue descubierto y molestado para que autografiara el programa de mano, el boleto o la servilleta de un sandwich de jamón con chiles jalapeños.

A su alrededor se formaron filas de fans que lo atacaban por los cuatro costados. Terminaba de firmar una fila y se volteaba con intención de huir pero se topaba con otra hilera de exigentes admiradores. Algunos de ellos quedaron decepcionados y regresaban a su asiento lamentando: “No quiso tomarse una foto conmigo”.

Esas personas no hubieran sufrido tal decepción si hubieran leído la declaración de Malkovich el jueves pasado: “Vivimos un mundo donde todos quieren una foto del chango en su jaula para traerla en su celular. A mí no me importa la fama”.

Luego de la función, el director se escabulló para evitar la firma de más boletos, programas y servilletas.

Los actores quedaron cada uno con su reflexión. Irene Azuela con la idea de que “cada noche le iré encontrando novedades a Annie”.

Leer más de Espectáculos

Escrito en:

Comentar esta noticia -

Noticias relacionadas

Siglo Plus

+ Más leídas de Espectáculos

LECTURAS ANTERIORES

Fotografías más vistas

Videos más vistos semana

Tensión y nervios se vivieron en la función de estreno de la obra El Buen Canario, dirigida por John Malkovich.

Clasificados

ID: 395636

elsiglo.mx