Durango

El calvario de la visa

El calvario de la visa

El calvario de la visa

De todas aquellas personas que inician los trámites para conseguir el documento para poder ingresar a EU, sólo pocos tienen la fortuna de obtenerlo.

Matamoros, Tamaulipas.- Cuatro mil 310 pesos. Ése es el costo inicial aproximado para lograr ir a tramitar la visa a cualquiera de los consulados de la frontera norte de México.

Un lunes me levanté con la firme tarea de conseguir por fin mi pasaporte, sin pensar en la visa, y ese mismo fin de semana ya tenía el trámite iniciado, ¿qué cosas, no?

Toda la mañana fue un ir y venir en el Centro. Antes, cuando pasaba por las calles del corazón de Durango pensaba que el tráfico era causado por los carros de los funcionarios de Gobierno que monopolizan los espacios de la Plaza IV Centenario, pero la verdad es que todos necesitan algo del Centro porque todo está ahí.

Pensé que sería cuestión de un día tener el pasaporte, algo iluso la verdad, pero todo ese bendito lunes tramité tan sólo mis actas de nacimiento nuevas y las fotografías con el tamaño ideal. Las fotografías me las tomé en un local frente a la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE). Ahí me atendió una mujer amable llamada Selenia que me preguntó si también quería tramitar la visa. Una cosa a la vez, le dije, aún no tengo lo principal.

Acoso. Al día siguiente falté a una junta de trabajo por ir a lo del pasaporte. El día anterior vi la fila a las 7:00 de la mañana y creí que siempre era igual. Apenas me bajé del carro cuando una señora me jaló del brazo y me metió en su local para llenar la solicitud de pasaporte. Déjeme su credencial de elector y vaya a pagar con esta ficha al banco, cuando regrese ya puede ir a la SRE.

Así lo hice, no sin antes percatarme que la ficha realmente fuera la del trámite de pasaporte y me lancé al banco. “Otra pin... fila” pensé, pero afortunadamente no había ni moscas. Regresé por los papeles con la señora y me habían quitado una placa. Genial.

En la Secretaría todo fue relativamente rápido. Pasas, te sientas y todo lo ves bonito hasta que te llaman a un cuarto de diez por diez en el que hay más de 60 personas aparte de ti y las chicas que toman tus fotos y datos. 40 minutos de pie. Te piden los papeles y te hacen pasar de nuevo a la sala agradable.

Tu pasaporte está listo y te puedes ir en paz. Primeros 850 pesos gastados y bien invertidos. Salí y entonces recordé el consejo de Selenia... Pues vamos por la visa entonces.

Precios. Me dijo que si pagaba un paquete de mil 700 pesos tenía derecho al ordenado de mi papelería, llenado de formas y solicitudes, transporte ida y vuelta a Matamoros y asesoría extra. No debería preocuparme ni por hacer cita, ellos la hacen.

Me dio entonces una buena noticia, había citas inmediatas para dentro de un mes y medio y me dio la lista de requisitos para juntar. Tenía más de 30 días para adquirir papeles inimaginables e incluso algunos de los que ni sabía de su existencia.

La fecha llegó y yo no asistí a ninguna de las asesorías. A la hora que supuestamente nos íbamos nos juntaron para hacernos algunas recomendaciones finales y por fin subimos al autobús. Entramos 45 personas, de las que sólo 13 volvimos con lo que íbamos buscando.

Nervios. La ida fue algo tensa. Platicaban entre conocidos o familiares, pero no había contacto entre desconocidos. Luego de la película Bee Movie y dos de la India María me quedé dormido. Hicimos 12 horas de ida.

Llegando a Matamoros agradecí al cielo poder extender las piernas porque el autobús no era tan ejecutivo como decía la publicidad, aunque no debo quejarme porque gracias a Dios tenía baño y aire acondicionado... Ah y las pelis de la India María, claro.

Eran las 4:00 de la mañana, la brisa semicálida del mar nos dio una cordial bienvenida junto con unos nubarrones que impidieron que el Sol de Tamaulipas nos “comiera”, como dicen los periódicos de por allá.

Me bajé, me eché un café y me dirigí al Consulado para ubicarlo. Todos los pasajeros se convirtieron en estrellas de rock con un toque agrario. Hasta en un momento dudé que me dieran a mí la visa porque iba con camisa polo y pantalones rotos, mientras unos hasta traje llevaron.

La entrada y el trato por parte de los guardias fueron buenos en todo momento. Son hasta consejeros y psicólogos cuando los decepcionados llegan a contarles desde dónde viajan para tramitar el papel codiciado.

Entregas pasaporte en la entrada, mi cita era a las 8:00 de la mañana, y 15 minutos después estás presentándolo de nuevo junto con tus huellas digitales en un cubículo en el que te nombran por número, yo era el “mil 53” siendo el primero el “mil”, no se asusten. Si la tensión en el camión era fuerte, en la sala de espera lo era más. Ni un ruido.

Desfile. A las 8:00 empezaron a pasar las personas con los cónsules ubicados como en ventanillas de banco. La primera persona que pasó fue rechazada por el fulano de la número siete, el más temido por el trato tan seco hacia las personas.

A las 9:15 pasé con una señorita que no había dado una sola visa ese día. Me hizo preguntas sobre mi trabajo, mi escuela y mi familia. Realmente me pidió todos los papeles que consideraba inútiles en primera instancia, por lo que es recomendable llevar hasta la futura acta de defunción.

Me despidió amable y me dijo dónde pagar el envío de la visa que se supone llega casi un mes después hasta la puerta de tu casa.

Salir del Consulado fue como salir de la escuela durante el último examen. Hasta la tensión entre los pasajeros se acabó. Maribel, una chica que trabaja en Megacable, y Gabriela se hicieron mis nuevas amigas.

Maribel tramitaba la visa por primera vez y fue un éxito. Gabriela iba a renovarla pero no corrió con la misma suerte. Subimos al camión y aunque ya todos éramos conocidos los semblantes no eran muy optimistas, fue cuando supimos que sólo 13 de nosotros habíamos sido visados.

El señor que iba sentado a un lado mío se consolaba diciendo una y otra vez “de todas formas no quería ir, para qué si iba a gastar cerca de 40 mil pesos”.

Un chico que estudia en el CBTIS 110 y su madre se irán de vacaciones en agosto si es que él saca buenas calificaciones.

Muchas señoras no podían esconder la frustración de andar en camión 24 horas de oquis, como dicen, y además haber pagado ya el pasaporte, el viaje y la visa.

Gabriela lo va a intentar una vez más. Le dijeron que no tiene suficientes lazos en México a pesar de que un hermano suyo tiene leucemia, pero lo afrontó con valentía y ya está lista para el siguiente viaje. No todos podrán pagarlo en unos meses, pero también quieren intentarlo de nuevo.

Llegamos a Durango a la media noche. Mi espalda me agradeció cambiar la posición y descansar por fin aunque tuve que ir a la oficina en cuanto salió el sol.

Así terminó la aventura de dos días, 45 pasajeros, 13 visas, casi 100 mil pesos en juego y la esperanza de un camión lleno de pasajeros que harán lo imposible por cruzar la frontera norte por cualquiera de los motivos que ellos tengan en mente y en su corazón.

Por Emmanuel Félix Lesprón

El Siglo de Durango

Enviado Especial

Precios

800 – por el pasaporte de tres años.

1700 – por el viaje redondo hacia Matamoros o Ciudad Juárez.

1450 – por el derecho a visa.

40 – por las fotografías para pasaporte, necesitas otras para visa.

140 – por las actas de nacimiento

180 – por el envío de la visa a tu casa.

____

4310 total

(*A esto hay que sumarle las comidas y cenas)

Lo bueno y lo malo

Bien

El trato de los cónsules y guardias en Matamoros.

Mal

Que la gente no lleve los documentos necesarios.

Fecha

Un mes tarda en llegar la visa a tu casa luego del trámite, si es que es aceptada.

Ahí pa’ la otra

Un consejero visita las agencias de viajes cada mes para ayudar a la gente a la que le ha sido negada la visa. No recuperan inversión, pero tienen opciones para el trámite de nuevo.

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