Disfrute café palestino... con Obama Un palestino coloca unas tazas con la foto del candidato a las elecciones presidenciales estadounidenses por el Partido Demócrata, Barack Obama, en una tienda de la ciudad de Gaza. En otras tazas se puede observar al fallecido líder de la Autoridad Nacional Palestina Yasser Arafat. En la taza puede leerse “¡Hey! ven y prueba el café palestino con sabor a las elecciones presidenciales en Estados Unidos”. (EFE)
En promedio, cada persona en EU dedica cuatro horas a ver el televisor, tres a escuchar la radio y media hora a leer los diarios. Ante esto, ¿Cuál candidato ha dominado en los medios?.
La industria de los medios de comunicación en Estados Unidos es un monstruo movilizado por más de 9 mil periódicos y semanarios, 10 mil estaciones comerciales de radio y miles de televisoras nacionales y locales. En promedio, cada persona dedica cuatro horas a ver el televisor, tres a escuchar la radio y media hora a leer los diarios. Todo esto lleva a preguntarse: ¿Cuál candidato ha dominado en los territorios del llamado cuarto poder?
Para bien o para mal, el candidato demócrata Barack Obama, ha ocupado la mayor parte de los espacios en la prensa escrita, la radio, la televisión, las prestigiadas revistas semanales, los blogs y las páginas electrónicas de los medios más influyentes. Comparativamente, la presencia de McCain en los medios estadounidense ha sido irregular, no tan extensa y en menor medida ha estado situada en el centro del debate.
Todo ese tiempo y espacio en los medios ha sido gratuito, sin contar lo que ambos candidatos han gastado en las campañas de nominación de sus partidos y la elección general: 195 millones de dólares de Obama por 99 millones de McCain, de acuerdo con The Competitive Media Analysis Group. Tan sólo en julio de este año, Obama acaparó las portadas de las revistas Rolling Stone con una fotografía de un acercamiento de su rostro sonriendo sin observar a la cámara y The New Yorker con una polémica caricatura que lo presentó con un atuendo musulmán y un retrato de Osama bin Laden a las espaldas, mientras las fotografías y los textos sobre McCain casi siempre ocuparon un segundo lugar.
¿Qué factores han contribuido a la diferencia abismal entre la atención que los medios conceden a un candidato y otro? El factor más importante sin duda es el propio Obama. Su carisma y popularidad representaron siempre una oportunidad de noticia para los medios. Incluso cuando McCain lanzó un comercial comparándolo con Britney Spears y Paris Hilton, lo único que logró fue arrojar más reflectores y micrófonos sobre Obama.
Observar la carrera presidencial desde la pantalla chica es entrar en otra dimensión; la realidad es líquida, voluble y cambia con la rapidez con la que se cambia de canal.
Paul Courson, editor de política de CNN en Washington, cree que se ha llegado a un punto en el que se han “cruzado la mayoría de las líneas” que separan opinión e información y las propias televisiones se han convertido no sólo en un jugador más, sino en el principal frente de batalla.
‘GUERRA SUCIA’ CONTRA MCCAIN
Por otro lado, tradicionalmente se ha acusado al Partido Republicano de falsear hechos y lanzar campañas sucias contra sus contrincantes en las elecciones presidenciales, pero en esta ocasión los ataques hacia ellos y el sesgo hacia los demócratas han sido la narrativa de la campaña.
Cada bando escruta a su contrincante en busca de la mínima falla, pero en lo que toca a la confrontación con los medios, Barack Obama y John McCain reciben un tratamiento diferenciado, lo mismo que sus equipos.
El republicano, por ejemplo, acusa al diario Los Ángeles Times de favorecer la campaña demócrata al no divulgar un video en el que aquél convive con un personaje que en los 60 colocó bombas en Estados Unidos, y un académico al que se vincula con la Organización para la Liberación de Palestina.
En contraste, los reporteros asignados al bando republicano buscan poner en aprietos al candidato al preguntarle si su plan de subsidios a medicinas incluye el viagra y los anticonceptivos. McCain titubea y elabora una respuesta fallida, en cascada vienen las críticas. Ése es el tono de la cobertura.
Mientras abundan las sátiras hacia su candidata a vicepresidenta, Sarah Palin, los patinazos constantes de Joseph Biden, el número dos de la fórmula demócrata, no aparecen.
Buscar en ese sitio la declaración de Biden, quien calificó a su compañero como “el único afroamericano de nuestra cultura que se expresa bien, es limpio y bien parecido”, es un ejercicio inútil, no hay escuadrones dedicados al demérito de los demócratas.
Obama está en todas partes, lo que resulta paradójico y hasta trágico para McCain: el rebelde que en las elecciones internas del año 2000 fue la estrella en ascenso, capturó la atención de la prensa y oscureció la candidatura de George W. Bush, se ha convertido ahora en el telonero encargado de abrir los conciertos de una “estrella de rock”. Y el último concierto está a punto de terminar.
Temen llegada tardía de votos de militares
Parte de los votos de unos 184 mil soldados estadounidenses desplegados en Irak y Afganistán podrían llegar tarde para ser contados en la elección de mañana, según cálculos y temores de las campañas demócrata y republicana.
Tanto el demócrata Barack Obama, como el republicano John McCain, han solicitado a autoridades electorales estatales fórmulas para dar prioridad a los votos de militares en el frente.
Una de las propuestas que han reiterado ambas campañas es que las Secretarías de Estado estatales permitan a los militares votar por correo electrónico o fax.
Según coordinadores electorales militares en Kuwait, en algunos casos incluso esas opciones podrían retrasarse, pues hay movilizados que apenas recibieron sus boletas, o incluso faltan por recibirlas.
La demora podría ser mayor en estados como California, con un abstencionismo de cerca de 43 por ciento en elecciones presidenciales pasadas.