Un desayuno balanceado ayuda a los pequeños a obtener mejor rendimiento físico y mental.
Un buen día en clases o la oficina comienza por el primero de los alimentos, el cual debe darnos energía para toda la jornada.
Salir de casa sin un buen desayuno es como un gancho a la salud, la carencia de energía es mala para todo mundo, pero sobre todo para los estudiantes, ya que éste es fundamental para su crecimiento y desarrollo pues el ayuno o un almuerzo mal balanceado disminuye hasta en 50% el rendimiento escolar de los menores.
Especialistas del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) dicen que “sacar buenas notas requiere algo más que estudiar mucho”, es importante una buena alimentación.
El mayor beneficio será para los pequeños, al obtener calificaciones superiores y, sobre todo, un desarrollo integral en su vida futura.
Un desayuno balanceado ayuda a los pequeños a obtener mejor rendimiento físico y mental, por lo que el alimento previo a la escuela debe ser mayor en nutrientes y menor en grasas o azúcares.
Desayuno integral
La nutrióloga Martha Ramírez García explica que “un niño en edad escolar, entre los 6 y 12 años, debe consumir entre mil 800 y 2 mil calorías diarias, tan sólo el desayuno debe aportar entre 400 y 650”.
Algunos alimentos que sugiere para la primera comida del día son: un vaso con leche, un licuado de frutas, un huevo, una taza de yogurt, medio sándwich de jamón de pavo o atún, un tazón de cereal y alguna fruta de temporada.
El almuerzo para el recreo, dice la especialista Ramírez, puede ser fruta, sándwich o torta de jamón o pavo, zanahoria, jícama o pepino en rebanadas, y como postre, una porción pequeña de frutas secas, una palanqueta, almendras, pistaches o nueces.
Pruebas del mal
Los niños que no consumen alimentos antes de las clases, muestran bajo aprovechamiento debido a que no pueden concentrarse, presentan sueño, apatía y son más distraídos o inquietos, según un estudio del IMSS.
Blanca Esquivel Roldán, del Servicio de Nutrición, llama la atención sobre que la alimentación juega un papel significativo en el aprovechamiento y rendimiento académico, ya que provee nutrientes que sirven para mejorar su desarrollo sicomotriz y beneficia su estado físico, síquico y nutricional.
En la mañana, el organismo ha pasado más de ocho horas en ayuno y no ingerir alimentos desencadena males como gastritis, colitis, anemia, desnutrición y obesidad.
Desayunar en casa reduce hasta 80% el consumo de productos de alto contenido de azúcares y grasas que se venden en la calle o algunas escuelas y que pueden dañar su salud.
La nutrióloga Esquivel Roldán dice que los padres deben brindar a los escolares una cena ligera, a fin de que pasen una buena noche y al despertar tengan apetito, además evitar el consumo en exceso de pan dulce, galletas, embutidos y altas dosis de azúcares, pues saciarán el hambre sólo por un momento.
