El noviazgo representa una etapa muy importante en el desarrollo del ser humano, elegir una pareja tanto como una carrera profesional son dos de las decisiones más importantes en la vida. Sin embargo resulta preocupante que siete de cada diez mujeres en México de entre 15 y 22 años hayan experimentado en su relación algún tipo de violencia.
¡Sorprendente! ¿No le parece? Este dato tan alarmante lo proporciona una organización no gubernamental, que además no sólo emite este dato sino que comenta que el programa más visto en las últimas semanas (mes de septiembre) es una telenovela trasmitida a nivel nacional en horario estelar, en donde tan sólo en dos semanas existieron más de doscientas escenas entre diálogos e imágenes donde se violenta a una mujer. En otras palabras quiere decir que el medio de comunicación más importante, donde lo ve la mayor parte de la población está fomentando los modelos violentos.
Usted me podrá decir, ¿pero cómo es esto? El psicólogo está exagerando yo no he visto más que caballerosidad de parte de los hermanos Reyes de la novela para con las damas, y eso no es violencia. El problema estriba precisamente en esto que la violencia muchas de las veces se justifica y hasta se ignora.
Un ejemplo de lo que estamos hablando es cuando el hombre le resuelve la existencia a la mujer. Es decir le paga la entrada al cine, le paga su vestimenta, incluso le ayuda a tomar decisiones. Esto desde luego es “caballeroso” y además es la conducta esperada por una mujer de su pareja. Sin embargo detrás de esto existe violencia porque tarde o temprano el hombre se va a sentir con derecho de decidir qué es lo mejor y qué es lo adecuado para ella, pasando incluso por encima de lo que ella desea, porque en realidad ella no sabe cómo tomar la decisión, porque está acostumbrada a que otros decidan por ella.
Tal vez usted todavía no lo vea así, pero vea este ejemplo un poco más grave. El hombre que decide golpear a su pareja por una discusión dentro del noviazgo. La Chica platica con las amigas acerca de su relación y las amigas le dicen que ella fue golpeada porque en realidad ella “provocó” la conducta violenta de su pareja.
Parece que estuviéramos contando una historia de terror o algo totalmente fantaseado, pero es la realidad de las relaciones de pareja en México, ¡Los números no mienten!
Volviendo a la peculiar y popular novela de la que hacemos mención, la infidelidad, el desprecio, la falta de empatía hacia los sentimientos de la pareja se ven como una conducta muy masculina y se emite la imagen a los televidentes, sobre todo hombres, que el hombre puede pasar por encima de las necesidades de la mujer. Por su parte a la mujer se le manda el mensaje de que tiene que tolerar todo por amor, sobre todo a su pareja, porque sin pareja puede que no sea feliz.
Todo esto nos dice que estamos educados con patrones violentos, ojo, no somos seres propensos a la violencia, sino la aprendemos, y así como aprendimos patrones violentos de conducta, los podemos reaprender. Por todo esto es necesario que pongamos atención a lo que nuestra juventud está expuesta, que eduquemos a nuestros jóvenes con sensibilidad y sobre todo informándolos de lo que en verdad pasa, con una realidad violenta, con una juventud altamente manipulable y deseosa de modelos de identificación.
Se podrá decir que el panorama es oscuro, que quien escribe está en contra de los hombres, mas sin embargo un primer paso es darnos cuenta de lo que sucede y si nuestros jóvenes mantienen relaciones violentas en el 70 por ciento de los casos, hay que hacer algo como sociedad para que esto se revierta ya que todos somos responsables de lo que sucede.
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