Nueva York.- Contra todos los pronósticos, el Partido Republicano está más fuerte que nunca. Poco ha importado el sello negativo de la Presidencia de George W. Bush. Poco importa también el que en las primarias hayan sido los demócratas los que despierten las mayores pasiones y la más alta participación. El partido del elefante ha despertado y se encamina fortalecido y unido hacia la elección presidencial de noviembre.
Contra todos los pronósticos, el General y senador John McCain ha vuelto a demostrar de qué está hecho. Su campaña por la candidatura republicana estuvo al borde de la quiebra en noviembre pasado y los números no le favorecían. Sin embargo, McCain es un sobreviviente. Los resultados de la contienda del súper martes lo posicionaron como el favorito y con la sorpresiva salida de Mitt Romney de la contienda, John McCain es hoy el virtual candidato del elefante.
Aunado a ello, McCain parece haber encontrado en Mike Huckabee a su compañero ideal en la fórmula republicana para Presidente-Vicepresidente. El ex Gobernador de Arkansas demostró una fortaleza envidiable en las primarias de los estados sureños, en el llamado cinturón bíblico, donde se encuentran los votantes más duros y conservadores del Partido Republicano. Huckabee es precisamente lo que McCain necesita para consolidarse entre sus correligionarios: un conservador probado, un teólogo bautista con los valores familiares tradicionales y relativamente joven, ante los 72 años del senador por Arizona.
La fórmula del General McCain y el Ministro Huckabee podría ser el dream ticket republicano y la salida de Romney de la contienda podría consolidar ese matrimonio político por conveniencia. Sin embargo, tal unión no es fácil. En casi todos los temas de la contienda, McCain está muy a la izquierda de Huckabee. El senador se ha mostrado a favor del uso de células madre para la investigación científica, promueve la lucha contra el calentamiento global, busca una reforma migratoria integral, calla respecto a las uniones de parejas del mismo sexo, temas todos en los que no hay coincidencias entre ambos.
Los republicanos merecen todo el crédito. El elefante está unido y la pronta definición de McCain como el candidato republicano le da a los republicanos una ventaja envidiable para la elección de noviembre. Del proceso de selección republicano, McCain saldrá fortalecido, tendrá más tiempo ahora para recaudar fondos para la elección general y en los meses próximos se dedicará a atacar a quien salga del desgastante proceso interno de los demócratas.
Y mientras los republicanos están ya listos, la incertidumbre reina entre los demócratas. Hillary Clinton y Barack Obama han mostrado una verdadera lucha de titanes. Sus candidaturas históricas han generado un enorme interés, despertado pasiones, profetizado el cambio y desatado una participación envidiable del electorado, pero al mismo tiempo esas candidaturas están polarizando, dividiendo al partido en dos, debilitándolo y agotando recursos financieros. Con cada día más que se alargue la contienda demócrata, el Partido Republicano se verá vigorizado. Como resultado de las patadas que se lanzarán Hillary y Obama en las próximas semanas, lo único que lograrán será dividir más a su partido y fortalecer a John McCain.
Y aunque la contienda demócrata se defina tras las primarias de marzo de Texas y Ohio, para los demócratas será difícil derrotar al General McCain y al Ministro Huckabee en noviembre. La relativa inexperiencia de Obama y el odio conservador hacia Hillary les abren sendos flancos ante el dream ticket republicano. De ganar la candidatura, Obama elegiría posiblemente a una mujer para la Vicepresidencia y Hillary diría adiós a Bill Richardson y se vería forzada a buscar a un General, tal vez Wesley Clark, como compañero para enfrentar a los republicanos.
Irónicamente, la promesa del cambio de Obama o de hacer historia al elegir a la primera mujer como Presidenta de Hillary podrían verse enterradas en noviembre con el arribo de McCain a la Presidencia…
Politólogo e Internacionalista
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