Tres retenes del Ejército Mexicano se han establecido en Sombrerete y Chalchihuites, a efecto de detectar células de sicarios, dadas las ejecuciones que se han presentado en Durango y Zacatecas en los últimos días.
El denominado “Operativo Cucaracha” que implementa el Ejército contra las bandas de narcotraficantes, desde Sinaloa, Chihuahua y Durango, se ha intensificado y el cerco establecido se dirige hacia Durango y Zacatecas, a donde se presume que han huido los narcos.
Ejecuciones en Zacatecas
En las últimas semanas se han registrado seis ejecuciones en la frontera entre Zacatecas y San Luis Potosí y un enfrentamiento entre miembros del Ejército Mexicano y un grupo de sicarios en el municipio de Villa de Cos, en un carril de carreras de caballos.
Los sicarios huyeron a bordo de 30 camionetas hacia la carretera Zacatecas-Saltillo y en el enfrentamiento murieron tres civiles: dos jóvenes y una niña de nueve años.
Fuego cruzado
Durante el fuego cruzado varios delincuentes murieron y dos soldados resultaron heridos. Los gatilleros huyeron con rumbo a Charco Blanco, Sombrerete, por caminos vecinales.
En Zacatecas, los miembros de la CIX Legislatura solicitaron la presencia permanente del Ejército en los municipios de Villa de Cos, Zacatecas y Guadalupe, por hechos violentos que se han presentado, vinculados al narco.
En la mira, límites estatales
Ante los hechos que se suscitaron este martes en el poblado Amado Nervo, municipio de Nombre de Dios, Durango, donde fueron ejecutadas alrededor de 11 personas por un grupo de sicarios a bordo de camionetas, se ha reforzado la vigilancia en los límites entre Zacatecas y Durango.
Se contabilizaron alrededor de 19 camionetas que huyeron de Vicente Guerrero a Sombrerete, Zacatecas, o al menos tomaron como paso este municipio, para adentrarse de lleno a otros municipios de este estado.
Vigilancia estrecha
Fuentes policiales señalan que son tres los retenes que ha establecido el Ejército Mexicano: uno a la salida de Chalchihuites, otro en la comunidad de González Ortega, Sombrerete, y otro a la salida de esta ciudad, en la carretera federal 45, a la altura del lienzo charro Las Maravillas.
En tanto las autoridades policiales de Sombrerete, como la Policía Ministerial y la de Seguridad Pública, nada saben del asunto. Señalan que no han recibido indicaciones de establecer ningún retén policial y prefieren no involucrarse.
Se culpan mutuamente
Por su lado, las autoridades policiacas estatales se culpan unas a otras y no investigan. Las de Zacatecas señalan que los sicarios vienen de Durango, y las de Durango, que llegan de Zacatecas.
Sin embargo, hay un libre tránsito de sicarios entre los dos estados, ya que hay muchos caminos vecinales que las autoridades del Ejército Mexicano y federales no vigilan.
