Templo de San Diego de Alcalá, un símbolo de la devoción de los canatlenses.
Son cinco municipios los que recorre la carretera Francisco Zarco, llenos de tradición y bellezas naturales.
Región Noroeste, Dgo.- Extensos huertos de manzana, templos históricos, diversidad cultural, canciones y leyendas; además de parajes serranos que no tienen comparación, se pueden observar en los poblados a los que se llega por la carretera Francisco Zarco.
Canatlán, Nuevo Ideal, Santiago Papasquiaro, Tepehuanes y Guanaceví son cinco municipios históricos de Durango, que junto con sus localidades ofrecen una enorme riqueza cultural y una extensa gama de hermosos paisajes, mismos que han llamado la atención del cine internacional.
En pleno centro de Canatlán sobresale la parroquia de San Diego de Alcalá, edificada en el siglo XVIII, mientras que los extensos huertos de manzana hacen lucir llena de vida a la zona.
A media hora de camino, por la carretera Francisco Zarco, la cual inicia desde La Granja, se encuentra Nuevo Ideal, municipio que eligieron los menonitas para vivir, en cuyas colonias, al recorrerlas parece que se trata de otro país.
Santiago Papasquiaro es tierra de leyendas y tradición, este pueblo tiene su propio corrido, adoptado como propio por todos los duranguenses, sobre todo por los que viven en Estados Unidos.
Su historia, fiestas, parajes y gente son motivo por el cual, quienes visitan Durango hacen lo posible por visitar Santiago.
Tepehuanes es el destino siguiente, al andar por la carretera Francisco Zarco, municipio cuatro veces centenario enclavado en la Sierra de Durango, rico productor minero y forestal.
Guanaceví es el último municipio del recorrido por esta rúa, un pueblo que fue de suma importancia en la época de la colonia por su riqueza en metales preciosos. Sus calles evocan aquellos tiempos cuando los nobles españoles se enriquecían en este país.
Cada pueblo ubicado en este trayecto tiene muchas historias que contar y sorpresas que regalar a quienes se interesan en la aventura.