El ISSSTE recomienda estar atentos a las molestias que pueden tener los menores.
El Siglo de Durango
Recurrir a la automedicación para controlar dolores abdominales puede originar complicaciones de padecimientos, especialmente de apendicitis, que en casos extremos derivan en peritonitis o sepsis de la cavidad abdominal, advirtió Jetzamín Gutiérrez Muñoz, infectóloga pediatra del ISSSTE.
Indicó que cualquier malestar en esta parte del cuerpo es un foco rojo que se debe atender por el médico familiar en primera instancia, particularmente si no existe una causa aparente que lo provoque, como puede ser la ingesta de alimentos ya caducados, el exceso de grasas o de condimentos.
Explicó que la zona del abdomen, para efectos de exploración médica, se divide en nueve regiones, en las cuales confluyen diversos sistemas: Nervioso, digestivo, gastrointestinal, glándulas como el páncreas y órganos como el hígado o el bazo.
MOLESTIAS
Cuando se trata de un problema de apéndice en los niños, regularmente se acompaña de fiebre, náusea y vómito. También es característica la falta de apetito, ya que el pequeño pide mayor atención a suprimir el dolor y dedica menos interés a la ingesta de alimentos.
En estos casos el dolor se presenta primero alrededor del ombligo y luego se dirige hacia la ingle derecha. El uso de medicamentos para controlar estas molestias, sin la supervisión de un médico, llega a provocar cuadros apendiculares perforados, con una incidencia de entre el 10 y 12 por ciento del total de casos atendidos por problemas de apéndice.
Al reventarse este órgano se produce una contaminación por pus en el interior de la cavidad intestinal, que provoca cuadros de peritonitis o de sepsis abdominal, los cuales llegan a poner en peligro la vida de los pacientes.
