La semana pasada, en mi columna “La forma es fondo”, comenté la importancia de que el Banco de México (Banxico) dejara a un lado el lenguaje ambiguo, ya que ello da lugar a confusiones entre diversos analistas económicos respecto al objetivo de la política monetaria en nuestro país, así como a la hora de prever la trayectoria de las tasas de interés.
Lamentablemente, el anuncio de política monetaria del viernes 16 de mayo, que dejó en 7.5 por ciento el objetivo para la tasa de interés interbancaria a un día, mantiene la ambigüedad que favorece la interpretación de que Banxico tiene una tarea dual, esto es, estimular el crecimiento económico y controlar la inflación.
Los mandatos de los distintos bancos centrales, incluido Banxico, están claramente expuestos en las constituciones o leyes correspondientes de cada país, y como veremos en esta nota, no dejan lugar a dudas respecto a sus tareas primordiales.
En Estados Unidos, la Ley de la Reserva Federal, según las reformas del año 2000, en su Sección 2A, establece que: “La Junta de Gobernadores del Sistema de la Reserva Federal y el Comité Federal de Mercado Abierto mantendrán el crecimiento de largo plazo de los agregados monetarios y de crédito en forma proporcional al potencial de largo plazo de la economía, para promover efectivamente los objetivos de empleo máximo, precios estables, y tasas de interés moderadas de largo plazo.”
Por ello, los comunicados de política monetaria de la Fed se refieren siempre al balance entre el crecimiento económico y la inflación. Así, el comunicado del 30 de abril concluye que: “El Comité continuará observando la evolución económica y financiera y actuará según se requiera para promover el crecimiento económico sostenido y la estabilidad de precios.”
En cambio, el Banco Central Europeo (BCE), como parte del Sistema Europeo de Bancos Centrales (SEBC), se rige por el apartado 1 del Artículo 105 del Tratado de la Unión Europea de 1992, donde se establece que: “El objetivo principal del SEBC será mantener la estabilidad de precios. Sin perjuicio de este objetivo, el SEBC apoyará las políticas económicas de la Comunidad con el fin de contribuir a la realización de los objetivos comunitarios…”
En consecuencia, el BCE informa su decisión sobre las tasas de interés en un comunicado muy breve que sólo menciona si las tasas variaron o no. En conferencia posterior, el presidente del BCE comenta la decisión. Por ejemplo, el 8 de mayo, Jean-Claude Trichet, Presidente del BCE, expresó: “Con base en nuestros análisis económicos y monetarios regulares, decidimos en la reunión de hoy mantener sin cambio las principales tasas de interés que maneja el BCE. Las tasas de inflación se han elevado significativamente desde el otoño, debido principalmente a aumentos en los precios de la energía y de los alimentos. … Al mismo tiempo,… los datos macroeconómicos continúan apuntando hacia un crecimiento del PIB real moderado pero en marcha. Con estos antecedentes, enfatizamos que el mantenimiento de la estabilidad de precios es nuestro objetivo principal de acuerdo a nuestro mandato.”
Lo mismo ocurre con el Banco de Inglaterra (BI), cuyo mandato para combatir la inflación es todavía más claro, ya que la Ley del BI de 1998 en su Parte II, Sección 11, establece: “Respecto a la política monetaria, los objetivos del Banco de Inglaterra serán (a) mantener la estabilidad de precios, y (b) sujeto a ello, apoyar la política económica del gobierno de Su Majestad, incluyendo los objetivos del crecimiento y del empleo.” (El subrayado es mío). El comunicado del BI sobre su decisión del 8 de mayo, que mantiene la tasa bancaria oficial, anticipa que su próximo informe de inflación incluirá las proyecciones más recientes sobre inflación y crecimiento. Este informe se publicó el 14 de mayo y en la conferencia respectiva, Mervyn King, Gobernador del BI, expresó: “El Comité de Política Monetaria enfrenta aún su reto más difícil. … Transitamos por un camino lleno de baches a medida que la economía busca su equilibrio. La política monetaria no puede impedir ese ajuste, y no debiera intentarlo. El Comité de Política Monetaria tiene que enfocarse a regresar la inflación hacia la meta de 2 por ciento en el mediano plazo. …”
En contraste, los anuncios de Banxico se parecen más a los comunicados de la Fed que a los de sus contrapartes europeas. Esto contradice el mandato de Banxico, que es muy claro sobre su objetivo principal.
Efectivamente, el Artículo 28 Constitucional establece que: “El Estado tendrá un banco central...[cuyo] objetivo prioritario será procurar la estabilidad del poder adquisitivo de la moneda nacional …” Igualmente, el Artículo 2º de su Ley confirma que su “objetivo prioritario [es] procurar la estabilidad del poder adquisitivo de dicha moneda.”
No obstante, el anuncio de política monetaria del 16 del presente mes sigue dando igual importancia a la descripción del entorno económico como a la evolución de la inflación. Señala, además, que “El Banco de México continuará vigilando la evolución del balance de riesgos descrito en el último Informe de Inflación”. El uso de la frase “balance de riesgos” desorienta a los agentes económicos, debido a que en dicho Informe se dice “La política monetaria enfrenta actualmente un entorno complejo, ya que las presiones inflacionarias se han acentuado, al tiempo que se han elevado los riesgos para el crecimiento de la economía mexicana. El Banco de México continuará vigilando la evolución del balance de riesgos.”
Esto sugiere que Banxico, como la Fed, pondera tanto la necesidad de controlar la inflación como evitar una contracción económica. La Fed cumple su cometido, pero no así Banxico, cuya única preocupación tiene que ser el poder adquisitivo de nuestra moneda, esto es, el combate a la inflación.