En muchas ocasiones la primera pérdida que sufre un niño es la muerte de su mascota. Es una experiencia que aun batallan para entender; pero eso no significa que no les duela y les lastime. Durante esta etapa ellos necesitan consuelo, respaldo y paciencia. Las reacciones son diferentes para cada niño, pero la constante es siempre darles amor y explicarles con mucha paciencia lo que significa la muerte.
Para poder dar tan terrible noticia se recomienda hablarle con un tono de voz calmado, en un ambiente familiar, ser sinceros, haber pensado desde antes cómo explicárselo y evitar explicaciones vagas o confusas. Los niños preguntarán el ¿por qué se murió? ¿Fue mi culpa? ¿A dónde va su cuerpo? ¿Volveré a verlo? ¿Si me porto bien regresará? Entre muchas otras que deberán ser contestadas de manera sencilla. También pueden experimentar sentimientos de tristeza, ira, temor, negación y culpa; y es importante hacerles entender que la muerte a todos nos pasará. Si su mascota está enferma o en etapa terminal es muy importante darse el tiempo de hablar con sus hijos acerca de la situación; prepararlos para lo peor.
Después de que su mascota muere los niños en ocasiones quieren enterrarlo, hay que buscar hacer este acto lo más familiar posible. No siempre es preferible reemplazar al animal muerto enseguida.
No hay una manera definida de cómo van a reaccionar los niños, pero es de gran ayuda seguir estos consejos para poder aliviar un poco la pena de perder a su mejor amigo.
Wolfschauze@ieee.org