No hay perros malos, sino malos dueños, y como todo ser con vida; el perro es reflejo de nosotros mismos. Existen varios tipos de dueños y todos son diferentes. Es importante identificar qué tipo de dueños somos y así sabremos qué tipo de mascota tenemos. Aquí tenemos a los más representativos.
EL SOÑADOR
Este tipo de dueño cree que los perros vienen programados para vivir con los humanos. Esperan que su mascota haga trucos, se siente y entienda muy bien el español. Que no haga tiradero y no se coma la comida de la cocina.
Lo mejor es conseguirles algunos juguetes para morder y encontrar un lugar en el que puedan escarbar libremente.
EL CONSENTIDOR
Este tipo de dueño no puede decir que no ante una tierna cara canina. Sin embargo, permitir que los perros siempre se salgan con la suya puede meter en problemas a este tipo de dueños. Pero el perro no tiene la culpa, si suplicar y ladrar siempre tiene resultados.
Lo mejor es establecer límites de manera constante.
EL DOMINADOR
Este dueño cree que deben hacerle saber al perro quién es el que manda. Ya sea a base de gritos, amenazas o incluso golpes el dueño dominador siempre busca demostrar quién está al frente.
Aquí es muy difícil actuar ya que lo mejor es que el dueño trabaje sobre sí mismo para darle refuerzos positivos a su mascota y convertirlo en un amigo.
EL CONFUNDIDOR
De manera similar al soñador, el confundidor piensa que el perro tiene inteligencia integrada para diferenciar cuando algo está bien y cuando está mal.
El confundidor es el típico dueño que se da palmadas en el pecho invitando al perro a que salte para darle un abrazo, y luego se enoja cuando hace lo mismo con las visitas.
La solución es la consistencia en entender cómo queremos que sea nuestro perro.