El pescador Lucio Rendón, quien junto con dos compañeros naufragaran durante 9 meses en aguas del Pacífico, afirma estar imposibilitado para dar detalles de la odisea. (El Universal)
Lucio Rendón vive la zozobra de su naufragio. Guarda en silencio los recuerdos de los nueve meses que pasó en altamar hasta que fue rescatado, junto con dos compañeros, cerca de Nueva Zelanda y Australia.
A casi dos años de la travesía, uno de los tres pescadores que se perdió en el Pacífico Sur acata la prohibición de hablar, en tanto la productora Ezequiel 22 revele en una película los pormenores del viaje de sobrevivencia.
Al interrumpir su descanso de mediodía y prejuiciado por el exceso de cámaras, grabadoras y micrófonos, Lucio se limitó a explicar que no concede entrevistas: “Firmé un contrato. No puedo hablar”, insiste.
Tras conocer que se trataba de una plática informal, dijo: “La productora, con dinero de Colombia y Estados Unidos, está por filmar nuestras historias, antes no podemos decir nada”.
Lucio, de 39 años, continúa habitando la casa de sus familiares en Los Limones, poblado de San Blas. Fervoroso creyente de la Guadalupana, insiste en que se trató de un milagro: “Uno ve las distancias y el tiempo, y es imposible, pero así pasó”.
Encabezados por el colombiano Leni Vega, la producción de cine escribe el libreto y, sin fecha programada, se prepara para filmar en Los Ángeles, California.
Serán actores de verdad los encargados de llevar a la pantalla grande las aventuras que Lucio, Salvador Ordóñez y Jesús Eduardo Vidaña protagonizaron desde noviembre de 2005, cuando zarparon de Nayarit.
Acusados de pertenecer a redes del narcotráfico o de montar un espectáculo para captar la atención de los medios en el año 2006, comenta que no le desea lo que vivió ni a su peor enemigo: “Todavía no nos creen, pero no tenemos necesidad de inventar esas historias, todo fue real”.