Largas filas de autos se formaron en las vialidades que llevan a los puentes que unen Torreón con Gómez Palacio.
Cientos de laguneros han convertido las calles aledañas al Nazas en una gran fiesta al aire libre en donde convergen curiosos, bañistas, vendedores ambulantes y hasta grupos de escuela; todo atraídos por lo mismo: la avenida del río.
Lo que antes era una arteria vial transitada casi exclusivamente por automóviles, el bulevar Río Nazas hoy se ha convirtertido en un paseo turístico con varios miradores naturales, alrededor del que coincidieron visitantes de toda la Comarca Lagunera, vecinos curiosos, estudiantes inquietos, vendedores ambulantes y hasta una visita de niños guiada por sus maestras de preescolar, todos en torno a la homilía del padre Nazas.
Del puente plateado al puente del Periférico, sobre el bulevar de lo que hasta hace dos días era el lecho seco del Nazas, en cualquier espacio donde se pudiera ubicar una silla o reunirse en grupo, miles de laguneros en ambos lados del río fueron a presenciar el suceso histórico que no ocurría hace 17 años. Algunas “playas” de asfalto y otras naturales estaban completamente llenas por los curiosos que con cámaras o teléfonos celulares en mano, registraban el momento.
Sobre la avenida por donde antes sólo se escuchaban las melodías de los claxones, el rugir de los motores y algunos voceadores mañaneros en las esquinas, hoy gritaban decenas de vendedores que ofrecían a los turistas laguneros, desde gorditas, aguas frescas, semillas y dulces, hasta una serie de artesanías en madera, que ubicó sobre la playa asfáltica un vecino, a propósito de la concurrencia.
Los observadores iban y venían según el caso, muchos sólo querían comprobar el resurgimiento del río, otros iban preparados con todo y silla de campo para pasar un rato familiar observando el transcurrir del agua, e incluso hubo quienes dieron dotes de su aptitud para los clavados, arrojándose desde el puente plateado. En menos de 24 horas una infraestructura de comercio informal se desplazó al sector para improvisar hasta pequeños restaurantes dotados de toldos, mesas y hasta refrigerador.
Marco Antonio Rodríguez, uno de los dos oficiales estatales que patrullaban la vialidad en moto, se dijo impresionado por la alegría de las personas con la llegada del agua, sin embargo manifestó que el único inconveniente que presentaba la fiesta, era la falta de precaución de muchos visitantes que se acercaban demasiado, incluso con niños, al caudal del río.
Dos generaciones coincidieron en torno a la visita del padre Nazas. Mientras Leonardo impresionado observa por primera vez correr agua por el lecho, Gerardo evoca los recuerdos de las dos últimas veces que vio la fuerza del agua darle vida al lugar.
El estudiante Leonardo Manuel Ramos esperó ayer hasta muy tarde la llegada del agua pero no tuvo fortuna, hoy dice que a pesar de la cantidad de basura que hay en el río, el espectáculo es verdaderamente emocionante.
Cuando Gerardo Ayup tenía 10 años, el desbordamiento del Nazas en 1968 ocasionó una tragedia; 40 años después y por tercera ocasión ve este lecho inundado. “Es que a La Laguna le hace mucha falta el agua, por eso la fiesta”.
Persiste el caos vial
Nuevamente el caos vial se apoderó de las vialidades que confluyen en los puentes que unen a Torreón con Gómez Palacio, debido a la gran cantidad de personas que ha acudido a presenciar la más reciente avenida del río Nazas.
En Gómez Palacio, en el bulevar Miguel Alemán, desde el González de la Vega, los conductores tardaban hasta 15 minutos en pasar hasta el puente plateado. Justo en horas “pico” se registraron accidentes viales de consecuencias menores, sin embargo, un choque alcance entre un camión y un vehículo provocó que en punto de las 3 de la tarde sólo se pudiera utilizar uno de los dos carriles del puente plateado, por lo que la espera en el tránsito fue aún mayor.
Alfonso Chavira, director de Vialidad de Torreón, informó que desde ayer en la tarde en los rondines de vigilancia vial se infraccionará a quienes se estacionen en el carril pegado al río y en doble fila, igualmente sobre los puentes. Por lo que respecta a la vigilancia vial aseguró que se mantendrá en forma permanente, pero dijo que se va normalizando conforme pasa la euforia. También ciclistas y patrulleros de la Policía Estatal realizan rondines a lo largo del río en la parte de Coahuila. (Por Yolanda Ríos y Diana González)
