“Raúl Reyes” (izquierda), el canciller de las FARC, fue abatido el sábado en Ecuador por Fuerzas colombianas, hecho que desató la actual crisis política entre los dos países y en la que intervino Venezuela. (Archivo)
‘Raúl Reyes’ mantuvo una intensa actividad ‘política y de difusión’ en el país.
Desde 1995, “Raúl Reyes”, el llamado canciller de las FARC y quien murió en un bombardeo del Ejército de Colombia en Ecuador el pasado sábado, inició una serie de “actividades y reuniones” en México, y desde entonces visitó nuestro país en distintos momentos, de acuerdo con informes de Inteligencia del Ministerio de Defensa de Colombia.
En los últimos años, “Raúl Reyes” mantuvo una intensa actividad “política y de difusión” en distintas naciones de Europa y América como México, Costa Rica y Brasil.
El documento de Inteligencia del Ministerio de Defensa de Colombia, revela un perfil no sólo biográfico del combatiente, sino de sus gustos, debilidades, fortalezas, enfermedades y hasta hábitos alimenticios.
Este jefe guerrillero a pesar de que vivía en la clandestinidad realizaba diferentes viajes alrededor del mundo para hablar del movimiento armado en Colombia. Las autoridades colombianas dieron seguimiento de “todas” sus actividades dentro y fuera del país, de sus contactos y de las negociaciones que realizaba con otros gobiernos.
De acuerdo con información recabada por el Ministerio de Defensa colombiano, “Raúl Reyes”, cuyo verdadero nombre es Luis Édgar Devia Silva, llegó a México en diciembre de 1995 en reemplazo de Iván Dario Suaza, conocido como “Daniel Aldana”, quien incurriría en malos manejos financieros y quien era responsable de la denominada “Comisión Internacional de las FARC”.
A partir de esa fecha, “Reyes” inició una serie de encuentros con diferentes sectores en México, Costa Rica y Brasil y desde entonces asumía las funciones de canciller de las FARC.
Desde su primer contacto con México en 1995, el líder de las FARC tenía intensa actividad en territorio mexicano, incluso en febrero pasado planeaba crear una especie de “Grupo de Contadora” que involucrarían a México, Venezuela, Ecuador, Cuba, Argentina, Brasil y Nicaragua para “trabajar buscando el reconocimiento como fuerza beligerante” de las FARC, según documentos encontrados en su computadora el sábado pasado por el Gobierno colombiano.
Incluso, en junio de 1997, el también llamado “número dos” del Ejército revolucionario, volvió a México donde concedió una entrevista televisiva.
En 2001 aseguró que el entonces presidente Vicente Fox le pidió a su homólogo colombiano, José Pastrana, presionar a las FARC a solicitud del primer mandatario de Estados Unidos, George W. Bush.
Colombia vigila a las FARC con aval de México; SRE lo niega
El embajador de Colombia en México, Luis Camilo Osorio, aseguró que cualquier actividad de investigación que su Gobierno realiza respecto a la presencia en territorio mexicano de activistas de las FARC relacionados con el crimen organizado, no es injerencia, lo hace al amparo de convenios bilaterales y con plena colaboración de autoridades mexicanas.
“Nosotros tenemos la responsabilidad de resguardar la seguridad de nuestro país, de tener comunicación con los países donde podamos encontrar elementos que puedan articular actividades que tienen que ver con Colombia, pero nosotros no vamos a actuar en solitario y averiguar qué están haciendo estas personas en otro país, si no es en plena coordinación con las autoridades del mismo”, señaló el diplomático en entrevista.
Ayer se publicó que, desde 2007, el Gobierno colombiano indaga en México una lista de direcciones de casas y oficinas donde se reúnen simpatizantes y activistas de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).
Al respecto la Secretaría de Relaciones Exteriores señaló que “entre las autoridades competentes de México y Colombia existe una estrecha cooperación en materia de seguridad y combate al crimen organizado en todas sus manifestaciones”.
Sin embargo, especifica: “esta cooperación por ningún motivo presupone autorización alguna para la operación de autoridades colombianas en México”.
La DEA ofrecía recompensa
La cabeza del líder de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), que murió el fin de semana pasado en una operación militar colombiana, tenía precio.
El nombre de Luis Édgar Devia, alias “Raúl Reyes”, el segundo hombre en importancia de las FARC, formaba parte de una lista en la que se ofrecían 5 millones de dólares como recompensa a quien ofreciera información a los Estados Unidos para capturar a los integrantes de la secretaría y del Estado Mayor o consejo de Gobierno de la organización, de acuerdo con informes de la agencia antidrogas estadounidense (DEA).
Esto como parte de una acusación contra 50 cabecillas del grupo -24 de ellos de primer nivel-, presentada por el Departamento de Justicia de Estados Unidos en el año 2006, por su participación en operaciones de narcotráfico.
De acuerdo con los cargos contra los líderes guerrilleros, éstos han asumido el control del tráfico de cocaína desde Colombia a Estados Unidos, siendo los presuntos responsables del ingreso del 60% de esta droga que se comercializa en territorio estadounidense, y que le reporta ganancias al grupo armado estimadas en 25 mil millones de dólares.
Como parte de estas investigaciones, la DEA incluso documentó desde el año 2003 que cárteles mexicanos como el de Tijuana, negocian directamente con las FARC la compra de droga para su distribución en Estados Unidos.
