Recientemente fue presentado el plan que la Secretaría de Educación Pública, tiene pensado implementar para transformar el sistema educativo del nivel medio-superior en México y que inicia en marzo del presente año con diversas acciones que van enfocadas a la formación del docente, lo que nos indica que por fin la SEP reconoce que el eslabón más débil de la cadena educativa es el profesor.
El programa de formación docente para los bachilleratos del país tiene como eje rector un nuevo esquema basado en 11 competencias genéricas que deberá tener el egresado de este nivel en todo México y que obedecen a las recomendaciones hechas por la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico), a través del jefe de la división de indicadores y análisis del organismo internacional Andreas Schleicher, quien insiste en que el mayor reto educativo para México es el de elevar el grado de eficiencia en el desempeño de sus alumnos.
La transformación puede lograrse, según la OCDE, priorizando las competencias cognoscitivas e interactivas sobre las tareas rutinarias, que aún permean el trabajo en las preparatorias, “se trata de darle paso a competencias en las que el estudiante use el cerebro, el pensamiento analítico y la creatividad” señala el organismo.
Schleicher añade que un elemento que puede contribuir en la mejora educativa, es el de dar mayor autonomía a los actores de cada centro educativo. En la realidad sabemos que los planes y programas de estudio, por ejemplo, son dictados desde el Centro del país para todas y cada una de las regiones de México, sin una necesaria contextualización a cada diferente realidad en específico.
El subsecretario de Educación Media superior de la SEP, Miguel Szèkely Pardo, al coincidir con los anteriores señalamientos, puntualizó que si no se transforma el sistema educativo mexicano para incluir estas competencias en los alumnos, el país seguirá rezagándose en un mundo cada vez más globalizado y más competitivo. Es por ello que se conforma un nuevo perfil del egresado del bachillerato para un nuevo sistema nacional, que es lo que se propone la actual Administración federal.
Sin embargo, se comprueba en los hechos, que la educación media-superior en México, sigue siendo uno de los niveles educativos más descuidados del sistema, ya que cuenta con menos apoyo presupuestal, con menos equipamiento e infraestructura y con los planes de estudio más obsoletos de los últimos años.
Por ello, el bachillerato requiere en la actualidad de una profunda revisión de las distintas currículas que se ofertan en el país y que se encuentran desvinculadas; sobre todo entre ellas y con el sector social y productivo, carecen de actualización en contenidos y metodología, además de no promover la formación integral de los alumnos,
Las 11 competencias, consensuadas entre la SEP, las autoridades educativas estatales y la ANUIES (Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior), se agrupan en seis categorías bien definidas: autodeterminación, expresión y comunicación, pensamiento crítico y reflexivo, aprendizaje autónomo, trabajo colaborativo y participación responsable en la sociedad. Todas ellas con profundas carencias en el esquema educativo actual.
Para la implementación de esta reforma, será necesario darle nuevas herramientas a los docentes, que son los que finalmente formarán al egresado; aquí hemos insistido en que los profesores no podrán solucionar los nuevos problemas que se le presentan en su trabajo cotidiano, con viejos esquemas por demás rebasados, es por esto que en marzo de 2008, se iniciará un “muy agresivo” programa de formación de profesores, según señala la SEP.
El profesorado de preparatoria, por lo general está integrado por profesionistas de diversas disciplinas que no estudiaron para enseñar, que repiten los esquemas con los que fueron formados (en el mejor de los casos repiten el estilo del mejor profesor que les enseñó), no tiene formación didáctico-pedagógica (y en muchos casos no les interesa tenerla), no privilegian la superación y profesionalización de su trabajo académico, por todo eso y más necesitan formación docente.
Esta anunciada acción, en su primera fase, abarcará a cerca de 60 mil profesores de bachillerato en los sistemas públicos y se planea concluir en agosto de 2009. Se señala también que será la UPN (Universidad Pedagógica Nacional) la institución encargada de iniciar dicho programa de formación.
Por lo tanto serán las Instituciones de Educación Superior (IES), las que oferten este programa formativo de docentes, pero serán otras instancias externas las que lo acrediten; lo que es muy importante para asegurar que no será otro programa más de “credencialitis” para los profesores de bachillerato. No será, a decir de las autoridades, un programa más. Asimismo se asegura que por primera vez los profesores tendrán la garantía del financiamiento en su capacitación.
Enhorabuena por México, ya que la educación media-superior está abandonada, obsoleta, no tiene identidad ni mecanismos de evaluación, carece de criterios normativos y está desvinculada del sistema básico, del superior y del sector social y productivo. Esperamos por lo tanto resultados concretos.
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