La globalización también trae consigo la necesidad de acrecentar un mayor desarrollo intelectual que permita un sistema de innovación constante en todos los órdenes de la estructura de un País en sus diversas áreas: Gobierno, empresarios, universidades y la sociedad en general quienes de antemano conocen que es importantísimo el cambio de paradigmas, pues no es posible dejar espacios que permiten a países más desarrollados aprovechar mejor las oportunidades que se presentan en todos los ámbitos.
La dinámica económica internacional se ha modificado drásticamente y una de las rutas a implementar en los países exitosos es el impulsar la cultura del conocimiento a todos los niveles ya que no sólo depende de la tecnología si no se considera prioritariamente el capital humano, desarrollando su capacidad en el manejo de tecnología, información y todos los adelantos profesionales, administrativos y técnicos-
En la economía moderna; como cualquier otro campo de la vida social, se caracteriza por un creciente dominio del hombre sobre la naturaleza, por la multiplicación y la intensificación de las relaciones y la interdependencia entre ciudadanos, grupos y pueblos, así como también del creciente y más frecuente poder político y mediático.
Al mismo tiempo el progreso en las técnicas de producción y en el intercambio de bienes y servicios ha convertido a la economía en un instrumento apto para proveer mejor las necesidades acrecentadas de la vida humana; los efectos de los conocimientos modernos sobre nuestra vida mental , han sido muchos y variados y parece probable que en el futuro, sean aún más grandes que hasta ahora.
La vida de la mente se divide por tradición en tres aspectos:
* Pensamiento.
* Voluntad.
*Sentimiento.
Es obvio que el efecto primario de los conocimientos modernos recae en nuestro pensamiento pero ya ha ejercido efectos importantes en la esfera de la voluntad y los ejercerá igualmente en forma importante en la esfera del sentimiento que es la respuesta física y espiritual de la forma en que siente y reacciona el ser humano ante los eventos de la vida diaria, por lo que es importante actuar responsablemente con dichos sentimientos, tanto en las palabras como en las acciones.
El tamaño de la mente de un hombre no ha de medirse por el tamaño de su cuerpo. Ha de medirse, en la medida de que puede serlo, por el tamaño y complejidad del universo que aprende con el pensamiento y la imaginación.
Si el hombre ha de crecer a medida que crece su conocimiento y si esto no puede lograrse, sin la voluntad y la disciplina así como el sentimiento que permanecen viviendo unidas, habrá una falta de armonía que impedirá adquirir la sabiduría que es una armonía compuesta de conocimiento, voluntad y sensibilidad.
En nuestras actividades cotidianas sin lugar a dudas nos asedian las irritaciones, las preocupaciones y las frustraciones por eso el hombre, que desarrolla la inteligencia y la preparación intelectual, tienen la posibilidad de vivir en un mundo tan amplio que los problemas de la vida cotidiana, llegan a parecer triviales y permite alcanzar el éxito personal, familiar y profesional; aunado en caso de lograr la perfección a la sabiduría que es un don inapreciable humanamente pero que desafortunadamente se está perdiendo en lo cotidiano de los negocios.
