Michelle Pfeiffer estará pronto en los cines laguneros con su nueva película. (Archivo)
Tras cuatro años de ausencia en la pantalla grande la actriz retorna con la cinta Nunca podría ser Tuya
La actriz estadunidense Michelle Pfeiffer vuelve a la pantalla grande para afrontar en Nunca Podría ser Tuya (2007) los prejuicios de sus compañeros de trabajo y los suyos con el fin de permitirse vivir feliz en una nueva relación sentimental.
Se trata de una comedia romántica en la que Pfeiffer, tres veces nominada al Oscar, encarna a Rosie, la directora y productora de una serie juvenil de televisión.
Su personaje está inmerso en la típica crisis de los años 40, tras haber roto dos matrimonios con hombres que después se casaron con mujeres más jóvenes. Ante dicha situación decide iniciar un noviazgo con Adam Perl (Paul Rudd), el actor de su programa Adelante Chica.
Es un hombre de 29 años y con el que sólo pretende resolver sus conflictos, pero todo le sale al revés pues realmente se enamora. Se convence de que la relación será un fracaso debido a la diferencia de edades y agobiada de pensar que Adam la utilizó para lanzar su carrera, rompe con él. Por otro lado, su hija adolescente Izzie (Saoirse Ronan) ha decidido no jugar más con sus muñecas, pues está enloquecida por un joven degenerado llamado Dylan (Rory Copus), motivo por el cual deberá orientarla de la manera correcta.
La realizadora y escritora de Mira quién Habla!, Amy Heckerling, fue la encargada de dirigir a los actores de “Nunca podría ser tuya”, un filme basad en un guión inteligente que se estrenará en México el próximo viernes para echar una mirada divertida y profunda a las relaciones de amantes, padres e hijos, esposos, amigos y compañeros de trabajo.
Dicha producción, cuyo título original es I Could Never be Your Woman es para muchos el esperado regreso de Michelle Pfeiffer, quien llevaba más de cuatro años sin rodar una película y lo hizo acompañada de los histriones Tracey Ullman (Madre Naturaleza), Jon Lovitz (Nathan), Fred Willard (Marty), Stacey Dash (Brianna Minx) y Sarah Alexander (Jeannie), entre otros. Pfeiffer leyó una copia del guión y se enamoró de la historia.
Pidió a sus representantes que buscaran un productor en cuanto se liberaran los derechos. “La película se hizo gracias a Michelle, ella creyó firmemente. Luchó mucho para conseguir que se llegara a rodar y se lo debo todo”, declaró Amy Heckerling.
Según las notas de producción, la directora intentaba comprender por qué un tío de 70 años podía salir con una mujer de 40 y encima esperar a que le den una palmadita en la espalda por no haberse buscado una más joven.
“Las relaciones sexuales están plagadas de factores que no entendemos. Cuando vas a una discoteca ves a jóvenes guapísimas que se sienten atraídas por babosos ricachones mucho mayores que ellas.
“Lo extraño es que al revés no pasa, porque éste es el reino animal. El poder se traduce en dinero y el éxito en grandes pechos de plástico”, opinó la directora.
Su experiencia como madre moldeó los personajes de Rosie e Izzie, y las situaciones en las que se ven envueltas: “Una de las cosas más difíciles de tener hijos es ver que les ocurren cosas horribles.
“Les gusta alguien en la escuela y no son correspondidos, sus compañeros de clase son desagradables y sin que tú puedas hacer nada para evitarlo.”
Añadió: “He tenido varios novios, algunos eran idiotas y otros eran graciosos. Cuando te dedicas a hacer comedias románticas sacas ideas de diferentes situaciones que en realidad fueron bastante horribles. Es muy divertido darle la vuelta a algo malo para convertirlo en algo positivo”.
