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El sexismo de McCain

Genaro Lozano

¿Misógino yo? ¿Sexista yo? Cuántas veces no hemos escuchado a amigos, padres, hermanos, primos, desconocidos, etc., decir que son hombres sin un rasgo de machismo. Que son esposos que “dejan” a sus mujeres trabajar.

Que son novios a los que sus novias no les “tienen que pedir permiso” para salir a tomar un café con sus amigas. Que “no les importa” tener a una jefa en el trabajo, porque al final de cuentas a quienes ellos reportan es al director de la oficina. Cuántas veces hemos oído la tan conocida frase de “detrás de un gran hombre, hay una gran mujer”, pero cuántas veces hemos escuchado algo a la inversa. John McCain, el candidato presidencial republicano, acaba de demostrar qué tan profundas están enraizadas las actitudes sexistas y machistas en la sociedad estadounidense.

Luego de varias semanas de especulaciones, McCain, eligió a la desconocida gobernadora de Alaska, Sarah Palin, como su compañera de fórmula electoral.

Al elegir a Palin, McCain cree que va directamente en busca del voto femenino, pero específicamente en busca del voto que quedó descontento con la elección del senador Obama en las primarias demócratas. McCain y su equipo parecen creer que sólo con elegir a una mujer se asegurarán el tan peleado voto femenino.

La elección de Palin manda la señal de que la única razón por la que cree que Hillary Clinton obtuvo 18.5 millones de votos es porque era una mujer y no por su postura en torno a la economía, a la reforma al sistema de seguridad social y médica, su defensa de los derechos de las mujeres y los niños, su capacidad para ser una excelente oradora o simplemente porque ella era la persona más preparada para llegar a la Casa Blanca de entre los contendientes demócratas.

Elegir a Palin es sobre todo un insulto a la inteligencia del votante. Palin está en el extremo opuesto de Hillary Clinton en todos los temas que son importantes para esta elección. Aborto, la guerra de Irak, derechos para parejas del mismo sexo, calentamiento global, la reforma al sistema de salud, etc. Palin es una mujer extremadamente conservadora, que no demuestra culpa alguna por sentarse en la piel de un oso que ella misma cazó en su oficina. Un insulto a la inteligencia del votante porque la elección hace pensar que las mujeres no razonan su voto, que se dejarán engañar por los republicanos y que no mirarán el historial de la corta carrera de la gobernadora y no investigarán su postura en torno a los temas.

Sin duda habrá un amplio sector de mujeres, especialmente las que son conservadoras en temas sociales, que sí verán en Palin a una candidata idónea para la Vicepresidencia, así como se sentirán mucho más identificadas con la gobernadora Palin, que tiene 5 hijos y es abiertamente anti-aborto, que con la senadora Clinton, que sólo tiene una hija y es defensora del derecho de las mujeres a decidir sobre su cuerpo. Sin embargo, el problema de fondo es que esas mujeres no verán que votar por McCain y Palin no representa “hacerle un a fisura más al techo de cristal que Hillary casi rompe”, sino todo lo contrario.

Un voto por McCain-Palin representa un voto a favor de quienes creen que las mujeres siempre deben estar en posiciones secundarias respecto al hombre. Hay que decir las cosas como son, Palin no es Hillary Clinton, no tiene la experiencia necesaria para ser presidenta de Estados Unidos, como tampoco la tiene Barack Obama, pero hay una diferencia fundamental entre ambos.

Mientras que para Obama elegir a Joe Biden es una muestra de humildad al demostrar que en efecto su candidatura necesitaba un poco de “experiencia”, la de McCain es una muestra de una soberbia gigantesca y de un machismo sin igual. Elegir a Palin equivale a decir “te elijo porque sé que yo puedo solo, que sólo necesito aparentar y que además yo puedo enseñarte a ser presidenta”. “Te elijo porque serás una gran mujer detrás de un gran hombre” y no por que yo crea que estás lista para sucederme. “Te elijo porque eres inofensiva.”

Palin sí beneficiará a McCain en una variedad de temas, pero en el avance de las mujeres en la política representa más bien un peligroso retroceso. Politólogo e Internacionalista

Comentarios: genarolozano@ gmail.com

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