La región más coahuilense
La región más transparente, primera novela de Carlos Fuentes, acaba de cumplir medio siglo. Durante esos cincuenta años hemos escuchado que su valor radica en que desplaza del campo a la ciudad el contexto en el que ocurren las historias. Suele agregarse que es un sólido muestrario de los ambientes que construían la Ciudad de México en los años cincuenta.
El catálogo de nostalgias suele acompañarse con elogios al buen oído del autor para retratar el habla mexicana. Pero no es todo lo que puede decirse acerca de la ópera prima de Fuentes. Si bien es cierto que es la capital quien protagoniza la novela, se ha señalado muy poco el importante papel que Coahuila tiene en esas páginas.
Carlos Fuentes retrata a las clases altas con sus aspiraciones, vicios, obsesiones: una comparsa de nobles con títulos reales e imaginarios; productores de cine, industriales, hacendados caídos en desgracia: el banquero Federico Robles y su esposa Norma Larragoiti; la heredera de un emporio jabonero Soapy Ainsworth, o la familia De Ovando que vive de empeñar sus nostalgias y de añorar los tiempos de Don Porfirio.
En el lado opuesto están personajes como Gabriel, joven mojado que vuelve de visita a la capital: puede ser cualquiera entre millones de compatriotas que envían puntuales las remesas de dólares desde EU. Otros como la prostituta Gladys y Fifo el “cábula”, se suman al ejército de los que le rascan unos pesos diarios a la economía informal.
También aparece retratada la migración interna: del norte llegan hordas cargadas de esperanza: son los miles de norteños que diariamente se mudan a la capital en busca de trabajo.
Esta migración es más importante de lo que parece: si la capital juega en la novela de Fuentes el papel de centro gravitacional que atrae y concentra, pareciera que Coahuila es su contrario: allí esperan quienes son condenados a una especie de olvido o de exilio en el que ha de redefinirse su destino porque lejos de ser territorio tranquilo, nuestro Estado es un espacio donde también suceden cosas, donde se forman y se destruyen vidas que alimentan el eje violento que es la Ciudad de México.
Atraídos por la urbe, los personajes llegan al Distrito Federal tarde o temprano. Federico Robles, el poderoso banquero, recuerda que cuando era un joven hambriento que cumplía 17 años conoció en un pueblo de Coahuila a un general constitucionalista que lo sumó a la tropa. Como sabemos, ese encuentro no sólo cambia la vida del muchacho, altera también la historia del país.
El de Federico Robles no es un caso aislado: su mujer, Norma Larragoiti, aparece frente a nosotros como una jovencita de ojos verdes nacida en Torreón. Los laberintos del destino la llevan al DF, donde puede saciar su hambre de fama y fortuna. Aunque ambos hayan habitado el desierto coahuilense, es en la capital donde se conocen y donde asumen sus respectivos papeles.
La Comarca Lagunera vuelve a ser un espacio de redefinición páginas más adelante, cuando un par de ex combatientes que andaban con Pancho Villa –don Pioquinto y doña Serena– recuerdan cómo se escondieron de los gringos en El Bolsón de Mapimí. No es casualidad que en distintos segmentos de la novela Fuentes haga un contrapunto en donde resuenan diferentes voces, entre las que alcanzamos a reconocer algunas líneas del corrido de Venustiano Carranza, justo aquellas que mencionan a Lerdo y a Torreón.
En la página 339, además, hallamos a un talabartero que llega de Piedras Negras a probar suerte, convencido de que en la ciudad es mucho más fácil hacer dinero.
Hacia el final de la novela se tiene la impresión de que Fuentes intenta reforzar este contrapunto entre centro y periferia cuando uno de los personajes “cree recordar” que, después de perder su inmensa fortuna, el banquero Federico Robles se retiró a cultivar algodón en Coahuila.
¿Quienes somos de Coahuila estamos destinados a vencer al desierto, a reinventarnos continuamente, a ser una alternativa a lo que ocurre en la capital? Aquí nos tocó. Qué le vamos a hacer. En la región más coahuilense.
Comentarios: vicente_alfonso@yahoo.com.mx
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