Hoy México se enfrentará en San Pedro Sula, a la selección de Honduras, en busca del pase al Hexagonal Final de la Concacaf, rumbo al Mundial Sudáfrica 2010. (Jam Media)
El Tri está obligado a sacar el triunfo sobre Honduras para calificar directo.
La Selección Mexicana de futbol buscará derrotar a su similar de Honduras hoy miércoles, en la última jornada de la tercera ronda de la Confederación Norte Centroamericana y del Caribe de Futbol (Concacaf) hacia la Copa del Mundo Sudáfrica 2010.
Para el partido de vuelta, el técnico sueco Sven-Goran Eriksson y los integrantes del Tricolor deben recurrir al orden, convicción e inteligencia para salir bien librados del Estadio Olímpico de San Pedro Sula.
La idea de mejorar el funcionamiento de México y obtener la victoria, según los integrantes de la representación mexicana, es con la finalidad de reivindicarse de las malas actuaciones que tuvieron de visita ante Jamaica, que ganó 1-0, y Canadá, donde igualaron 2-2.
Resultados que tienen a la afición mexicana con la incertidumbre de una posible eliminación, pues el equipo llega hasta el último encuentro y de visita ante uno de sus más antagónicos adversarios en eliminatorias mundialistas para calificar al hexagonal del próximo año, mismo que otorga tres boletos y medio para la Copa del Mundo.
Pero al parecer los jugadores ni se preocupan, al resaltar que están en primer lugar del Grupo Dos, con 10 puntos, seguidos por Honduras (9), Jamaica (7) y Canadá (ya eliminada con 2).
El empate le basta al Tricolor para calificar, incluso hasta la derrota le permitiría avanzar si los “Reggae Boyz” no son capaces de acabar con esa diferencia de más cuatro goles a favor que tienen los mexicanos y sus propios menos tres tantos que cuentan los caribeños, para ser una diferencia de siete goles.
“Nosotros sólo pensamos en ganar”, expresó el mediocampista Pavel Pardo, del Stuttgart de Alemania, quien el 20 de agosto pasado hizo los goles en el triunfo de México por 2-1 sobre unos catrachos que tomaron la delantera en el marcador del primer encuentro de esta fase jugado en el Estadio Azteca.
El volante por izquierda Andrés Guardado, quien brilla en el Deportivo La Coruña, señaló que “Honduras no es Brasil ni Argentina, es un gran equipo, lo respetamos mucho, pero se le puede ganar”. Carlos Salcido, del PSV Eindhoven holandés, indicó que “no hay que olvidar que estamos en primer lugar del grupo, que la calificación al hexagonal está en nuestras manos y con ganar estaremos mejor en este proceso”.
A su vez, el arquero Oswaldo Sánchez pidió todo el apoyo de la afición y pese a la distancia “sentir esa vibra de triunfo, porque vamos a volver el jueves con la calificación al hexagonal en las manos, y el objetivo es ir al Mundial”.
El técnico Eriksson ha tomado el compromiso de presentar en San Pedro Sula una selección convencida de que puede jugar bien en cancha ajena y, sobre todo, sin temor para atacar a los catrachos.
“Queremos que la Selección haga un muy buen partido”, dijo en alusión a los encuentros ante Jamaica y Canadá, pues no sólo él se mostró molesto por lo realizado, sino toda la afición y la familia futbolística en el país.
Según los jugadores no les preocupa el entorno del encuentro, porque en la cancha se olvidan de la presencia del público y, por consiguiente, no tiene ninguna injerencia en el resultado.
Incluso, Salcido indicó que “la presión está del lado de los hondureños, porque son los que necesitan el triunfo ante la presión que ejerce sobre ellos Jamaica”.
Honduras y México se han enfrentado en 13 ocasiones en eliminatoria mundialista, con saldo a favor de los mexicanos de ocho victorias, tres empates y dos derrotas, con 25 goles anotados y dos recibidos.
Hondureños dan “recibimiento” a Selección de México
La bienvenida no podía ser diferente a la imaginada... "¡Sudamexicanos, Sudamexicanos!"; "¡naturalizados!"; "¡Márquez, Márquez, Suazo es tu papá!"; "¡jugaremos contra el resto de Sudamérica!", replicaron un centenar de catrachos que acudieron, ruidosos, al aeropuerto, durante la llegada de la Selección Mexicana a esta ciudad, de cara al encuentro eliminatorio de hoy miércoles en el Estadio Olímpico Metropolitano.
Es apenas una centena de personas, con banderas catrachas, que anticipa cada paso del operativo de seguridad, el cual procura -sin mucho éxito- evitarle contratiempos a la Selección de México, en su arribo a suelo hondureño.
Un autobús, frente a la puerta principal del aeropuerto, parece aguardar al Tri. Pero no, en realidad hay otro vehículo idéntico en la parte posterior. Y hasta allá van a parar los fans, que se suman a otro centenar, pero de reporteros.
Una camioneta estorba el acceso y el resto de la tarea la ejecuta una veintena de miembros de la policía nacional. Mantienen a la distancia a la gente, que lanza toda clase de improperios en contra de los futbolistas.
“¡Están ca...!”, gritan en coro; “¡México, go home!”; “¿cuál es el miedo?”, son las expresiones que se escuchan en la terminal aérea, durante la llegada del equipo tricolor.
Algunos ondean la bandera hondureña, otros portan una manta con la leyenda: “Mexicanos naturalizados, aquí en Honduras los haremos bailar punta con seleccionados hondureños, 100% catrachos, les callaremos la boca...”, amarrada a una trompetita que rechina de vez en vez.
Y es que las críticas de los seguidores locales se mofan del “nuevo Tri”, porque -según ellos- son unos “¡naturalizados!”. “¡Jugaremos contra el resto de Sudamérica!”, insisten, burlones, porque consideran la presencia de Matías Vuoso y Antonio Naelson “Sinha” suficiente motivo para reírse del representativo mexicano.
“¡Márquez, Márquez, Suazo es tu papá!”; “¡Honduras, Honduras!”, insisten en gritar.
El arribo se produce poco antes de las 19:00 horas y el autobús llega al filo de las 20:00 al hotel de concentración, porque (como estaba previsto) no iba a ser posible pisar la cancha del Estadio Olímpico Metropolitano, pese a la cercanía con el aeropuerto, entre otras razones por realizarse a esa hora la práctica del conjunto local.
La explicación que da el director técnico del Tri, el sueco Sven-Göran Eriksson, es que “sabíamos que el tiempo, aquí, es malo, por la lluvia; por eso decidimos entrenar bien durante la mañana, en México, porque era importante para nosotros aprovechar el único buen entrenamiento todos juntos”.
El lento trayecto incluye un desfile de vehículos, que transporta reporteros y fanáticos catrachos, mientras otra camioneta traslada a los directivos mexicanos incorporados a la delegación.
Una eliminatoria emocionante hasta el final
El Tri maneja su propio destino en caso de ganar o empatar, y aun perdiendo podría calificar si Jamaica no golea a Canadá en el otro juego a realizarse en Kingston.
Los catrachos, segundos con nueve unidades, están obligados a un triunfo, ya que el empate, combinado con una goleada de Jamaica, los dejaría fuera del hexagonal final, mientras los caribeños tendrán que golear 7-0 y esperar.
