El estornudo es un acto reflejo que no se puede reprimir.
El estornudo es ese aire que sale inesperadamente por nariz y boca puede viajar a gran velocidad y es un arma defensiva del organismo.
Nadie escapa al estornudo, que es una reacción del organismo humano y el aire que se despide con él puede alcanzar una velocidad de entre 110 y 160 kilómetros por hora.
Expertos en salud de las vías respiratorias dicen que es una especie de barrera que defiende al organismo de elementos extraños y potencialmente nocivos.
Asimismo indican que estornudar cuando se maneja a altas velocidades puede ser una amenaza para la vida.
El estornudo es un mecanismo de defensa del aparato respiratorio, un acto reflejo irrefrenable que tiene como origen una irritación de la mucosa nasal que estimula la sensibilidad de la mucosa de la nariz y provoca una brusca inspiración de aire, casi dos litros y medio, que pasan a los pulmones.
Acción natural
El doctor José Luis Casillas, miembro de la Federación Mexicana de Otorrinolaringología y Cirugía de Cabeza, dice que al estornudar los músculos abdominales empujan al diafragma, músculo que separa la cavidad torácica de la abdominal.
Toda esta acción, agrega, provoca un aumento de presión en los pulmones. Entretanto, los músculos faríngeos también se cierran, cuando el aire sale disparado lo hace de forma violenta y ruidosa por la nariz y la boca a una velocidad de hasta 160 km/hora.
Los especialistas en otorrinolaringología dicen que el estornudo, al igual que la tos, es un mecanismo de defensa del aparato respiratorio que rechaza el polvo o cualquier otra sustancia irritante, como el polen, determinados olores y el aire frío.
Hay personas que son sensibles a ciertos aromas, les atacan los estornudos, lo mismo ocurre con gente que siente como los elementos del ambiente entran y molestan su nariz.
Peligro potencial
Estornudar, dice el doctor Casillas, es una acción tan habitual que, si se va al volante, puede ocasionar la pérdida del control del vehículo durante unos segundos. Según los expertos, un único estornudo, conduciendo a 90 km/hora, impide controlar el vehículo aproximadamente unos 25 metros, y si el coche circula a 120 km/hora, más de cinco estornudos imposibilitan el control de cerca de 700 metros.
Agregan que es muy difícil para una persona mantener abiertos los ojos mientras estornuda. El reflejo de cerrar los ojos parece no tener objetivo alguno: los nervios que controlan los ojos y la nariz están relacionados y un estímulo en uno de ellos a menudo produce una respuesta en el otro.