La Asamblea Nacional de Cuba (Parlamento) elegirá el próximo domingo al nuevo presidente del Consejo de Estado, cargo que Fidel Castro ocupa desde 1976, pero al que rechazó ser postulado de nuevo.
Existe una convicción casi unánime de que los 614 diputados electos de una lista única el pasado 20 de enero seleccionarán para ese cargo a Raúl Castro, un general de 76 años, gobernante en funciones desde el 31 de julio de 2006 cuando su hermano Fidel cayó enfermo.
En su sesión constitutiva del domingo 24 de febrero, los diputados también elegirán a las autoridades del cuerpo legislativo unicameral, al primer vicepresidente y demás miembros del Consejo de Estado.
La jornada, quizá una de las más trascendentales en su historia legislativa de poco más de tres décadas, iniciará a las 10:00 horas locales (15:00 GMT) en su sede plenaria tradicional del capitalino Palacio de Convenciones.
Entregados a las cábalas como si fuera un deporte nacional, los cubanos especulan que el cuerpo legislativo podría catapultar al vicepresidente Carlos Lage, quien ha venido desempeñándose como un virtual primer ministro, a un plano superior de jerarquía.
No descartan que el médico, de 56 años, pudiera quedar como primer vicepresidente, un escalón que lo colocaría en la antesala de una futura sucesión presidencial en caso de no estar Raúl Castro en el timón de la nave socialista caribeña.
En el Consejo de Estado están representadas varias generaciones del liderazgo cubano, desde los "cuadros de la vieja guardia", pasando por la generación intermedia (Lage, artífice de las tímidas reformas de los años 90) hasta los más nuevos como el activo canciller Felipe Pérez Roque.
Raúl Castro convocó el pasado 26 de julio a cambiar conceptos y combatir los errores y deficiencias, al abrir una serie de debates sobre la situación nacional que desembocaron en un proceso de críticas a la gestión pública y el reclamo de cambios.
Sin embargo, en una primera "Reflexión" como "el compañero Fidel", insistió que ya los cambios se realizaron en Cuba hace 50 años (cuando llegó al poder) y acusó a Estados Unidos de pretender la "anexión" de la isla, con el apoyo de la Unión Europea.
Analistas consideraron que en realidad la sucesión entre los hermanos Castro, contemplada en la Constitución en caso de muerte, enfermedad o incapacidad del jefe de Estado, inició hace 19 meses y ahora sólo se marcha hacia su formalización.
Si es confirmado institucionalmente, Raúl Castro podría comenzar a cumplir su propia agenda en la que ha contemplado la crítica de sus compatriotas al déficit de transporte, la escasez de vivienda, la burocracia estatal y la existencia de una doble moneda.
El punto más alto de esas preocupaciones lo protagonizaron en fecha reciente estudiantes de la Universidad de Ciencias Informáticas que formularon al actual presidente del Parlamento, Ricardo Alarcón, preguntas sobre varios temas controversiales.
Un video del encuentro circuló en La Habana y en él muchos ciudadanos reconocieron lo que habían planteado en las reuniones promovidas por Raúl y, con más franqueza, en la intimidad de sus hogares, fuera de la vista de los más ortodoxos militantes comunistas.
Entre esos temas figuraron la existencia de tiendas que venden en divisas y a precios elevados, cuando los trabajadores y campesinos ganan salarios en pesos cubanos, que valen 24 veces menos que los pesos convertibles (CUC).
También cuestionaron por qué los nacionales no se pueden hospedar en forma libre en los hoteles de la isla y viajar al extranjero, si reúnen suficiente dinero con su trabajo, como los habitantes de otros países.
