El Gobierno tibetano en el exilio indio elevó ayer a 130 los muertos en enfrentamientos entre la Policía y manifestantes tibetanos, 80 de ellos en la ciudad de Lhasa y el resto en provincias chinas con fuerte presencia tibetana.
El portavoz de las autoridades en el exilio, Thubten Samphel, aseguró que “la Policía china sigue haciendo uso de la violencia” y recordó que el Dalai Lama, el líder tibetano, ha hecho un llamamiento para resolver la situación de forma “pacífica”.
Samphel explicó que el número de víctimas en la capital tibetana se mantiene en 80, según sus fuentes, y que el resto se reparten entre el “Tíbet Oriental y Nororiental”, en alusión a las regiones tibetanas de las provincias chinas de Gansú y Sichuan.
Al menos 19 de ellas perdieron la vida tiroteadas por la Policía en Gansú, según la información que maneja hasta ahora el Gobierno tibetano en el exilio.
China sitúa el número de muertos en Lhasa a causa de los disturbios en 19, aunque ha reconocido que la Policía disparó contra manifestantes en la provincia de Sichuan.
Samphel apeló a la “moderación” para que “la situación se calme”, aunque insistió en que “todo depende de las autoridades chinas”.
Mientras, las protestas de tibetanos en el exilio continúan en la India.
Unos 400 manifestantes llegaron ayer al puesto de Rangpo, en el Noreste de la India, para intentar entrar en la región de Sikkim, desde donde tienen previsto cruzar la frontera al Tíbet para solidarizarse con sus compatriotas.
Según una fuente policial citada por la agencia PTI, se ha activado un fuerte dispositivo de agentes para impedir que los manifestantes entren en Sikkim.
Chávez rechaza críticas a China
El presidente Hugo Chávez afirmó ayer que Estados Unidos estaría detrás de las recientes manifestaciones en contra del control chino de Tíbet, porque “quiere debilitar a China, porque China se levanta”.
“Vean las imágenes de la violencia en el Tíbet. ¿Contra quién es eso? Contra China. Es el imperio (Estados Unidos) que quiere debilitar a China, porque China se levanta”, dijo Chávez durante una ceremonia de entregas de equipos médicos en el hospital universitario de la ciudad occidental de Maracaibo.
El comentario del líder venezolano toma distancia de las reacciones internacionales por la represión china, que habría causado varias decenas de muertos. A esas críticas Beijing ha replicado con su propia campaña para convencer a la opinión pública que las protestas fueron instigadas por partidarios del exiliado líder tibetano, el Dalai Lama.