La Estación Espacial Internacional fue cambiada ayer a una órbita más alta, a fin de prepararla para el acoplamiento de la nave Soyuz-TMA-13 que llevará nuevos astronautas el próximo 12 de octubre. (Archivo)
La operación fue pospuesta ante la amenaza de colisión entre la estación y escombros espaciales.
La Estación Espacial Internacional (EEI) fue cambiada ayer a una órbita más alta, a fin de prepararla para el acoplamiento de la nave Soyuz-TMA-13 que llevará nuevos astronautas el próximo 12 de octubre.
La operación estaba planeada para el 2 de octubre, sin embargo, la amenaza de colisión entre la estación y escombros espaciales obligó a posponerla, informó un portavoz del Centro de Control citado por medios de prensa rusos.
“La altura promedio de la órbita ISS ha sido aumentada en 1.25 kilómetros para quedar en aproximadamente 353 kilómetros”, precisó el vocero.
La maniobra se realizó satisfactoriamente, lo que permitirá el acoplamiento con el Soyuz-TMA-13, que llevará a la estación a los astronautas Mike Fincke, de Estados Unidos, y Yuri Lonchakov, de Rusia, así como al turista espacial estadunidense Richard Garriot. En tanto, el Soyuz-TMA-12 traerá a tierra a la tripulación de la Misión ISS 17 que permanece en la EEI.
Sergei Volvok, Oleg Kononenko y Gregorio Chamitoff, quienes trabajan a bordo de la estación, fueron informados acerca del movimiento, pero no participaron en la corrección de la órbita debido a que ayer fue su día de descanso.
El cambio fue realizado desde el Centro de Control de la Misión Rusa en Moscú.
Astronautas podrían sufrir trastornos mentales
La ausencia del campo magnético de la Tierra podría provocar que los astronautas desarrollen trastornos mentales durante los vuelos espaciales, en particular en expediciones a Marte, revelaron científicos rusos.
Expertos del Instituto de investigación Biología y Biofísica de la Universidad estatal Tomsk y el Instituto para problemas Biomédicos de la Academia de Ciencias de Rusia condujeron experimentos para estudiar lo que sucede cuando se carece del campo magnético terrestre.
Los experimentos, realizados con ratas, mostraron que los animales perdieron habilidades sociales, tenían problemas con la memoria y experimentaron cambios en sus órganos internos, de acuerdo con los científicos.
Natalya Krivova, directora del instituto de biología y biofísica, y Kirill Trukhanov, investigador en jefe del Instituto para problemas Biomédicos, dijeron a la agencia rusa de noticias RIA Novosti que el campo magnético terrestre afecta a todos los organismos vivos.
“Mientras el campo magnético, en la historia de la biosfera, cambió y en algunos momentos fue de cero, hay sugerencias de que ciertas catástrofes en la extinción del dinosaurio, por ejemplo, están conectadas a la desaparición del campo”, indicó Trukhanov.
Los astronautas en expediciones interplanetarias tendrían que vivir con la ausencia de campo magnético, sin embargo se puede crear de manera artificial en las naves para prevenir trastornos mentales, concluyó el científico.