Los detractores de Eli Manning podrían quedarse con un palmo en la nariz en caso de que el quarterback de los Gigantes supere a los Patriotas de Nueva Inglaterra en el Súper Tazón XLII, el próximo 3 de febrero en Phoenix, Arizona.
Si no logra conseguir su objetivo, de todas formas el menor de los Manning demostró que puede llegar lejos si se lo permiten. Esta temporada contra los pronósticos jugó como visitante toda la postemporada y ganó para poder estar en el "gran juego" en menos tiempo del que tardó su hermano.
También la directiva de Nueva York demostró que no fue un error haber hecho todo lo posible para traer a Eli Manning al equipo, pues apenas en su cuarta temporada al frente del equipo ya lo llevó al Súper Tazón, algo que a su hermano mayor le tomó nueve campañas.
Es cierto, no es aún el número uno de la liga estadísticamente hablando, ni ha impuesto marcas históricas, pero ha sabido manejar una ofensiva que se construyó para su servicio.
Esta temporada finalizó como el número 12 de toda la NFL después de completar 297 pases de 529 intentos, que le redituaron tres mil 336 yardas, conectó 23 pases de touchdown, pero su gran problema aún son las intercepciones, ya que tuvo 20 en la campaña.
Eli aún no alcanza la madurez necesaria para evitar los errores cuando siente la presión sobre él, pero parece haber encontrado el equilibrio, el ritmo y el entendimiento con sus receptores, Amani Toomer y Plaxico Burress.
Su ofensiva fue la décimo sexta de la liga, con un promedio de 373 puntos por juego, y 331.4 yardas por partido, mucho de esto gracias al dueto de receptores que tiene Manning a su lado, hombres de gran experiencia y de manos seguras.
Al igual que su mariscal de campo no fueron los que más yardas ganaron en el año, pues Burress fue 21 (1,025 yardas), y Toomer 41 (760), pero tienen la habilidad de saber cuándo su pasador está en peligro y regresan muchas veces para ayudarlo.
Su juego terrestre no es el más rápido, pero tienen un hombre poderoso que cuando encuentra el hueco saca todo el juego que puede, además de ser un "tractor" difícil de parar, Brandon Jacobs, quien deberá ser utilizado más contra la defensiva de Nueva Inglaterra en el Súper Tazón XLII.
Desafortunadamente no llegan completos a la ofensiva, ya que una fractura en la pierna derecha dejó fuera de la temporada al ala defensivo titular Jeremy Shockey, y su lugar ha sido ocupado desde entonces por Kevin Boss, novato de la Universidad de Western Oregón.
El grupo de linieros ofensivos que protege a Manning está comandado por el centro Shaun O'Hara, veterano de ocho temporadas y corazón de este grupo en el que está flanqueado por los guardias Chris Snee y Rich Seubert.
Los tackles son Karem McKenzie del lado derecho y David Diehl, todos ellos permitieron que Manning fuera capturado detrás de la línea de golpeo en 27 ocasiones.
El problema es que tendrán a la segunda mejor defensiva en cuanto a capturas se refiere, ya que los Patriotas fueron detrás de los Gigantes (53), los mejores cazadores de cabezas en la NFL con 47.
Este grupo de gran experiencia suele jugar una defensiva "cover two", defensa de zona donde los dos profundos se quedan atrás y los esquineros y tres linebackers protegen hombre a hombre.
Vincent Wilfork es el guardia nariz y a sus lados aparecen el veterano Richard Seymour y Ty Warren; a sus espaldas está la zona más fuerte de esta defensiva, sus linebackers, donde los colmillos retorcidos de Ted Bruschi, Mike Vrabel, Junior Seau y Adalius Thomas no se comparan con los de ningún equipo de la liga.
Jugar hombre a hombre tiene sus riesgos, pero con esquineros como Asante Samuel y Ellis Hoobs se puede tener la confianza de que se necesitan pases casi perfectos para superarlos.
En el fondo el agresivo y efectivo safety fuerte Rodney Harrison es una garantía, en la posición de profundo libre combinan dependiendo la jugada la juventud de James Sanders o la veteranía de Eugene Wilson.
La defensiva de Nueva Inglaterra no es la más rápida, ni la más pesada, ni tampoco la más joven, pero su efectividad la colocó como la cuarta mejor de la liga al permitir en promedio 17.1 puntos por juego, 288.3 yardas por encuentro y totalizó 19 intercepciones y 12 balones sueltos recuperados.
Este grupo de hombres espera detener al joven Manning, pondrá todo su esfuerzo en ello, tiene una tarea difícil, pero su actitud y personalidad pueden sacarlos adelante.
Junior Seau tiene 38 años de edad, 18 de ellos los ha jugado en la NFL, todos y cada uno de estos como un guerrero incanzable al que sólo le falta una cosa, tener el anillo de Súper Tazón en su mano para retirarse tranquilo, pero deberá detener a un joven impetuoso que quiere forjarse su propio camino y alejarse de la sombra de un hermano fuera de serie.